Desconocemos que significa que es un gato feral, pero lo vemos a diario sin darnos cuenta, se trata de gatos que o bien nunca han estado en contacto con personas y viven en la calle o a veces si que son gatos que han tenido una familia y por diferentes causas han terminado en la calle o zonas de campo junto con otros gatos.

Cómo son los gatos ferales

Los gatos ferales por lógica suelen no ser muy longevos, no llegarán como un gato casero a los 12 años. Si lo pensamos, son gatos que están expuestos a riesgos a diarios, como, por ejemplo:

  • Atropellos diarios por coches.
  • Ataque de otros perros.
  • Peleas con otros gatos.
  • Enfermedades infecciosas y parasitarias que pasan de unos a otros sin poder hacer nada por ellos por no tener ningún tipo de medicina preventiva.

Estos gatos se agrupan en colonias y suelen vivir en grupos, pueden hacerlo en zonas aisladas, donde tendrán que ingeniárselas para buscar alimento o en zonas urbanas. Por lo general las personas de la zona o del barrio, asociaciones o protectoras, se hacen responsables de ellos, les dan comida, incluso en algunos casos llevan a cabo protocolos de esterilización. Pero también hay que destacar que algunos vecinos están en contra de estos gatos por los gritos, maullidos, olores por marcaje… y denuncian la situación.

Mediante la esterilización se puede intentar controlar las colonias con el fin de que no haya sobrepoblación de gatos o anden por ahí perdidos, heridos o doloridos.

Físicamente podemos ver dos aspectos notables: son más robustos y tienen un desarrollo muscular notable en la zona del cuello, cabeza y hombros.

El problema de estos gatos radica en que pocas personas se hacen responsables. Debido a estar siempre en la calle y sin contacto con humanos tienen un carácter huidizo y tímido, y muchos de ellos no se dejan coger, por lo que es difícil intentar castrarlos, o si por ejemplo hay alguno enfermo, es difícil intentar ponerle un tratamiento, porque no es viable darles comprimidos o jarabes.

¿Qué podemos hacer por ellos?

Muchas veces cuando vemos un gato en estas condiciones, queremos intentar ayudarle, pero es complicado ya que no se dejan tocar, coger y, por lo general, no es viable introducirlos en un hogar directamente sin trabajar con ellos.

Podemos ayudar de varias maneras:

  • Intentar colaborar con asociaciones que estén involucradas en colonias de este tipo de gatos, muchas veces no tienen subvenciones de ningún tipo ni para alimentación ni para control sanitario, y mucho menos para esterilizaciones. Solamente sobreviven gracias a las ayudas y a la intervención de los socios.
  • Si tenemos la opción de encontrar un gato que se acerca, se deja acariciar…podemos buscarle un hogar, si por las circunstancias que sean no puedes acogerle en tu vivienda, habla con un amigo o alguna protectora o asociación. Y lo primordial es llevarle a un veterinario para que le haga una exploración, el Seguro para Animales MAPFRE cuenta con una amplia red de centros y con los mejores especialistas.
  • Encontrar un gato feral cachorro puede ser una cosa que no demos importancia, pero buscarle un hogar, puede ayudar a que no termine en la calle y muriendo joven.

Por todo esto, cuando veas este tipo de gatos, seguramente a diario por las calles de tu barrio, párate a pensar e intenta ayudar, aunque no sea directamente.