A diferencia de lo que ocurre en las pequeñas poblaciones, la vida en las ciudades va asociada a unos niveles de ruido más altos. Además de la contaminación acústica como consecuencia del tráfico, el bullicio de las calles suele ser otro motivo. Sin embargo, una de las mayores preocupaciones son los ruidos ocasionados por los vecinos. En este último caso, contar con un medidor de decibelios puede ser de gran ayuda para saber si se están sobrepasando los niveles máximos.

Aunque las denuncias por ruidos están a la orden del día en las comunidades de propietarios, no siempre son la solución.

Herramientas para medir decibelios

Antes de avisar a la policía, es recomendable medir el ruido que hacen los vecinos para comprobar si el nivel de decibelios está causando realmente una perturbación. Las aplicaciones para móvil son de gran ayuda en esta tarea, una de ellas es la app Deciber, disponible para Android y que permite registrar los datos de los sonidos que llegan a una vivienda.

Gracias a su funcionalidad es posible realizar una lectura del número de decibelios, los cuales quedan almacenados en la aplicación para que sirva como prueba en caso de poner una denuncia. Esta aplicación es lo suficientemente sensible para identificar cualquier sonido, incluso los que se producen de manera habitual, por lo que la información que arroja es altamente fiable. Asimismo, también permite captar una imagen del lugar donde se está produciendo el ruido.

Otro recurso consiste en colocar un sonómetro, es decir, un instrumento bastante sencillo que se encarga de medir el ruido de los vecinos. Normalmente, es utilizado por profesionales que acceden a la vivienda y registran los datos de los sonidos que llegan de otras viviendas o del exterior para informar si se superan los límites establecidos o si entran dentro de lo permitido.

¿Cuál es el nivel máximo de ruido que pueden hacer los vecinos?

A lo largo del día, el límite de decibelios está establecido en 35db. Sin embargo, a partir de las 23 horas se reduce a 30db para contribuir al descanso de todos. Por lo tanto, los límites de hora para hacer ruido cambian pero ningún vecino debe superar nunca los 35 db.

Es importante tener en cuenta que, para medir el ruido de forma correcta, es necesario que las ventanas de la casa estén cerradas. No obstante, aparte de utilizar un medidor de decibelios, se considera que hay un ruido excesivo cuando es posible entender perfectamente la conversación de otras personas que se encuentran fuera de la vivienda, así como la televisión, la música, etc.

Ante una situación de estas características, es aconsejable hablar en primer lugar intentar solucionar el problema con el vecino de forma amistosa. En caso de no dar resultado, se puede tratar el tema con el presidente de la comunidad para que pida al propietario que cese en las actividades que causan las molestias. En última instancia, es conveniente avisar a la policía para que acudan a su domicilio con el objetivo de amonestarle o, en otro caso, interponer una denuncia.