La limpieza a vapor es una técnica que va ganando adeptos debido a sus múltiples beneficios. Estas máquinas constan de una caldera cerrada donde se calienta el agua hasta llegar a la evaporación. Ese vapor sale disparado en un chorro a gran presión consiguiendo eliminar hasta la suciedad más persistente.

Sin embargo, su precio es elevado si lo comparamos con otros métodos de limpieza. ¿Merece la pena invertir en una máquina limpiadora a vapor?

Ventajas de la limpieza a vapor

La limpiadora a vapor:

  • Es ecológica: no requiere el uso de ningún producto químico perjudicial para el medio ambiente, ya que el agua convertida en vapor es su arma de limpieza.
  • Es muy versátil: se puede usar en cualquier tipo de estancia, superficie y material. Incluso se puede emplear para textiles.
  • Desinfecta y purifica el aire: el calor del vapor fulmina las bacterias, ácaros, parásitos y demás alérgenos de la vivienda.
  • Es fácil de utilizar y manejable (según el modelo).
  • Es eficaz eliminando esa suciedad incrustada que, de otra forma, sería prácticamente imposible de quitar.

Inconvenientes de los limpiadores a vapor

  • La humedad es el principal problema de las limpiadoras que utilizan esta tecnología. El vapor, que no deja de ser agua, puede formar pequeños charcos que deben retirarse tras su uso para evitar la aparición de hongos y moho.
  • Algunas de estas máquinas son de gran tamaño, lo que puede dificultar su manejo.
  • Pueden causar quemaduras. El vapor que desprende la máquina puede ser peligroso si entra en contacto con la piel.
  • La puesta en marcha es lenta, ya que hay que dedicar un tiempo previo para preparar la máquina y esperar que el agua se caliente.
  • Durante la limpieza es necesario cambiar el tanque de agua varias veces, ya que uno no basta para la limpieza completa de una estancia.