No importa la cantidad de veces que limpiemos el polvo, pues minutos después aparece de nuevo. No importa si dejamos puertas y ventanas cerradas, que pasemos la aspiradora a diario y un trapito por cada una de las estanterías… ¡El polvo siempre aparece de nuevo!

No desistas, el polvo se puede evitar

Pues bien, en vez de tomar una decisión poco higiénica y sucumbir ante la tentación de no limpiarlo porque, total, volverá a aparecer en breve, es mejor seguir una serie de consejos que nos ayudarán a evitar su acumulación en casa.

Ya sabemos que es imprescindible ventilar la casa cada día, por lo que será inevitable dejar vía libre al polvo. Pero, si llevamos a cabo algunos trucos caseros, podremos conseguir que el polvo deje de acumularse en todos los rincones del hogar.

Lo primero que debe preocuparnos es la entrada de casa. Aunque parezca imposible, en realidad es por donde más polvo entra y la gran mayoría lo llevamos nosotros en la ropa y los zapatos. Lo ideal es colocar un buen felpudo fuera y dentro del hogar, justo en la entrada, pues si los usamos cada vez que entremos y salgamos, el polvo no nos acompañará jamás. El material de los felpudos atrae con facilidad estas odiosas partículas.

En cuanto a los muebles y textiles de casa, sabemos de sobra lo difícil que es eliminar el polvo de ellos. Pero lo que sí podemos hacer es, una vez limpios, evitar su aparición. Una opción es que los sofás y demás tapizados sean de cuero o vinilo, pues son dos materiales que repelen el polvo. Además, para el resto de textiles como cojines, mantas o cortinas, si tenemos secadora, podemos meterlos en ella durante 20 minutos y el polvo se resistirá a aparecer de nuevo.

Una solución más para los textiles es espolvorearlos con bicarbonato o polvos de talco. Dejaremos que el producto actúe unas horas y después pasaremos la aspiradora y un cepillo. ¡Adiós al regreso del polvo por un largo tiempo!

Remedios caseros para acabar con el polvo

Pero aún hay más, si la mayoría de nuestros muebles son de madera u otro material que atraiga el polvo, podemos aplicar un remedio casero para no tener que limpiarlos cada día. Se trata de hacer una mezcla de 250 ml de agua, un chorro de vinagre blanco y media cucharada de aceite de oliva. Tendremos que rociar bien los muebles, sin excedernos, para que la fina capa que quede de producto haga que el polvo no se acumule. ¡Es fantástico!

Otro remedio casero para evitar que el polvo aparezca en superficies con electricidad estática como televisores, frigoríficos, persianas o mesas de cristal, es limpiar estos elementos con una mezcla de cuatro partes de agua por una de suavizante de la ropa.

Los marcos de fotos y objetos decorativos acumulan grandes cantidades de polvo, pero si colocamos cerca de ellos pequeños trapitos (en cajitas o jarrones para que no se vean mucho), conseguiremos alejar el polvo para siempre.