El hábito de separar los residuos y depositarlos en el contenedor correspondiente conlleva numerosas ventajas para el medio ambiente. A pesar de ello, aún son muchos los que se resisten a reciclar la basura, bien por desconocimiento, por el pequeño esfuerzo que conlleva, e incluso, por no tener que instalar cubos de reciclaje en casa, los cuales suelen ser más voluminosos que los tradicionales.
Según Eurostat, en el último año analizado (2016), cada español generó una media de 443 kilos de residuos al año, de los cuales sólo el 29,7 por ciento se reciclaron. El grueso de los desechos (56,7 por ciento) terminó en vertederos y el 13,6 restante se incineró. Pese al y progresivo avance en reciclaje con respecto a años anteriores, España aún está lejos de los objetivos marcados por Europa: que se recicle el 60 por ciento en 2030 y hasta el 65 en 2035.
En definitiva, debemos ponernos las pilas y concienciarnos de la importancia de separar residuos y depositarlos en el contenedor adecuado. Por suerte, los cubos que existen en la actualidad no son los de hace unos años: el diseño y la innovación también han llegado a ellos, dando como resultado auténticas maravillas como las que te presentamos a continuación.
Tipos de cubos de reciclaje en casa
Gracias a los nuevos diseños, los cubos para reciclar en casa se han convertido en un complemento decorativo más, con una gran variedad de formas, colores y acabados. Pero si quieres que pasen desapercibidos, también cuentas con interesantes opciones que permiten instalarlos dentro de los muebles o armarios de la cocina.
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Colgados en la pared
Pequeños cubos de colores para colocar en fila en la pared. Una buena forma de tenerlos siempre presentes y que ningún residuo se quede sin su cubo. Además, una vez llenos, se pueden descolgar fácilmente y cogerse del asa para llevarlos al contenedor.
¿La pega? Si quieres que pasen desapercibidos, esta no es la mejor solución.
En dos pisos
En lugar de tener los diferentes cubos, en este caso hay uno encima del otro, una opción perfecta para cocinas pequeñas o para aquellos que huyan de cubos muy voluminosos.
Lo ideal es reservar la parte superior para la basura orgánica, ya que mientras se cocina, es más cómodo tener esta parte abierta. La inferior es menos manejable, pero cumple bien su función.
Con dos o tres compartimentos
El clásico cubo de reciclaje para casa de toda la vida, aunque los hay de diferentes formas. Se puede elegir uno con un único pedal de apertura que abra los dos o tres compartimentos al mismo tiempo, como este:
O uno con pedales y tapas independientes para abrir solo el compartimento que se vaya a usar, lo que evita los malos olores.
Cubos dentro de una gaveta
Los cajones grandes tipo gaveta son perfectos para acoplar varios cubos de reciclaje en su interior. Lo mejor es que no hace falta fijarlos de ninguna manera, solo adaptarlos al espacio.
La principal ventaja de este tipo de cubos es que no se ven, y cuando la gaveta está cerrada pasan totalmente desapercibidos. Por contra, es inevitable que algún resto caiga por el interior del mueble, lo que puede dar lugar a malos olores.
Extraíble
Otra modalidad de cubos escondidos son los extraíbles, es decir, aquellos que están colocados en un rail dentro de un mueble y que se pueden sacar con facilidad. Se suelen colocar en los muebles bajos con, al menos, 60 centímetros de fondo.
En columna
Los cubos apilables permiten organizar el reciclaje de una forma cómoda y personalizada. Estos cubos suelen incorporar una tapa que permite su apertura desde el frontal, y tienen más capacidad. Sin embargo, si cuentas con una cocina pequeña, debes tener en cuenta que estos recipientes ocuparán gran parte del espacio.
Cubos individuales y apilables
Se trata de una variante similar a la anterior, pero en este caso se apuesta más por el diseño, y el tamaño de los cubos es más reducido.
Soporte para bolsas
Y por último, una opción tan económica como funcional: un soporte para colocar las bolsas de la compra y así darles una segunda oportunidad. Se pueden instalar en cualquier espacio y mueble, y además son muy útiles mientras se cocina, ya que resulta más cómodo echar ahí los restos.
Sin embargo, no hay que olvidar que no tienen tapa, por lo que la basura orgánica puede dejar malos olores en la cocina.
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