Cuando entramos a vivir en nuestra casa por primera vez lo hacemos provistos de todo aquello que consideramos imprescindible, y los juegos de sábanas son uno de esos básicos. Compramos dos para empezar, pero un día nos cansamos de los mismos dibujos y colores y decidimos hacernos con un tercero que vaya mejor con las tendencias del momento.

Pero, además, hay sábanas a muy buen precio ¿Cómo desaprovechar esa oportunidad? Por otra parte, ¿y si viene visita? ¿Y si esa visita necesita más de un juego de sábanas? Así, poco a poco, reunimos tal cantidad que necesitamos un armario entero para guardar la ropa de cama. Pero ¿realmente es necesario tanto?

Juegos de sábanas: con tres basta

En realidad, para una cama solo se necesitan dos juegos de sábanas. El tercero es útil por si en algún momento los dos anteriores no están limpios o surge algún imprevisto. Los expertos recomiendan lavar la ropa de cama, al menos, una vez a la semana. Eso es porque en ella se acumulan toda clase de ácaros, pieles muertas, restos de crema, sudor, y un largo etcétera. Pero esos siete días son tiempo más que suficiente para lavar un juego mientras usamos el otro.

Tener más de tres juegos de sábanas solo servirá para acumular cosas innecesarias y ocupar un espacio que se podría destinar a otro tipo de enseres. Una de las claves para mantener el orden dentro del hogar es tener solo lo imprescindible.

Para ello, los expertos recomiendan meter todo aquello que no usemos en una caja y guardarla durante un año. Si en ese año no hemos echado de menos lo que había dentro es que nos podemos desprender de ello sin ningún temor a los “por si acaso”. El cuarto y sucesivos juegos de sábanas entrarían en esa caja y no saldrían en muchos años.

Si necesitas sábanas nuevas o quieres cambiarlas porque ya no te gustan, debes hacerlo siguiendo una regla: si una entra, sale otra. De esta manera evitarás tener los armarios atestados de bajeras, fundas para el nórdico, sábanas, etc. Las que ya no quieras, las puedes depositar en los contenedores oficiales para recogida de ropa o, si están en buen estado, donarlas a una ONG, donde las recibirán con mucha alegría.

Pocas sábanas, pero de calidad

Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo y, por lo tanto, en contacto con las sábanas. Por eso, más allá de los diseños y tendencias, debemos elegir aquellas que sean duraderas y confortables. Estas dos cualidades vienen marcadas por una serie de aspectos a tener en cuenta cuando nos decidamos a comprar un juego de sábanas nuevo.

NÚMERO DE HILOS

Una sábana estándar posee 120 hilos por pulgada cuadrada (60 verticales y 60 horizontales), aunque se recomienda elegir aquellas que tengan entre 180 y 420. Pero este factor viene condicionado por la calidad del tejido, por lo que si éste es malo, la sábana también lo será por muchos hilos que tenga.

MATERIALES

Los materiales más usados suelen ser el algodón (un tejido suave, fresco y que traspira perfectamente) y el percal, una mezcla de algodón y poliéster a partes iguales. Éste último ofrece mucha ligereza y flexibilidad.

Pero si lo que quieres es calidad, entonces debes elegir algodón egipcio. Reconocido como el mejor del mundo, se cosecha a mano, lo que hace que mantenga un nivel de pureza muy elevado y que sus fibras no se pongan en tensión. Pero, dada su exclusividad y calidad, estas sábanas son las más codiciadas y caras. Por eso, si tienes la oportunidad de hacer una escapada al país de los faraones, una buena compra es un juego de sábanas.

    La plaza Talaat Harb, en el centro de El Cairo, albergó en su tiempo los comercios más populares y exitosos del siglo XIX. Hoy se pueden encontrar allí diversos establecimientos que venden sábanas elaboradas con su preciado algodón a un precio muy razonable.

    Para garantizar tu protección en todo el trayecto, el Seguro de Viajes MAPFRE te ofrece las coberturas más completas relacionadas con la salud, los accidentes personales, el equipaje, las demoras o la cancelación de vuelos, entre otras, dándote la oportunidad de elegir entre aquellas que se ajusten mejor a tu tipo de viaje.

    Las de satén (una mezcla de seda, rayón y otros materiales) son extra suaves y muy elegantes. Las de microfibra, por su parte, son la mejor opción para aquellos que quieren evitar el uso de la plancha a toda costa, ya que presenta muy pocas arrugas. Además, al ser un material totalmente sintético resultan muy económicas.

    Las de franela son de un tacto muy gustoso y además mantienen alejado el frío. Las podemos encontrar en lana, algodón o fibras sintéticas.

    En este tipo de textiles, vale más invertir en calidad que en cantidad. De esta manera, disfrutaremos de la comodidad y el confort de las mejores sábanas al tiempo que mantenemos el orden de la casa a raya.