¿Sabes con qué programas se ahorra más? ¿Si se debe o no usar suavizante? ¿Hay que separar siempre la ropa? Resolver estas y otras cuestiones es esencial para saber cómo usar una lavadora. Si quieres sacar el máximo partido a tu electrodoméstico y al mismo tiempo ahorrar en la factura, no te pierdas estos consejos.

Consejos para los mejores resultados

  • No te excedas con la cantidad de ropa. Una sobrecarga no solo hace que la ropa tenga más arrugas, además hace que no funcione bien el ciclo de exprimido y no termine de limpiarse bien.
  • Mezcla prendas de distinto tamaño. Si en una misma colada hay prendas grandes con otras más pequeñas la carga durante el centrifugado se distribuye mejor.
  • Limpia las manchas previamente. Puedes usar limón o bicarbonato de soda para eliminar las manchas antes de introducir la prenda en la lavadora. Si quieres saber cómo eliminar manchas persistentes, te lo contamos aquí.
  • Desabrocha las camisas. Asegúrate de que todos los botones de la camisa están desabrochados (incluso los del cuello). Si no lo haces, la agitación de la lavadora podría hacer que se caigan o causar desgarros en la tela. Y no olvides quitar las ballenas removibles, si las lleva.
  • Cierra las cremalleras. Con este sencillo gesto evitarás que la ropa se deforme o quede enganchada en otras prendas.
  • Cuidado con la ropa del bebé. Algunos detergentes pueden ser muy fuertes para la piel sensible de los bebés o causarles alergias. Por eso, es mejor que laves su ropita con un jabón suave que no tenga productos químicos, y siempre en una carga aparte.
  • Usa el programa adecuado para cada tejido. Si no sabes cómo usar una lavadora según el tipo de tela o tienes dudas, lo mejor es usar un programa automático, ya que –según el modelo de lavadora- analiza el nivel de suciedad de agua que queda tras el prelavado para seleccionar la cantidad de detergente o la duración necesaria.

Separar la ropa: no todo es el color

 Todos más o menos sabemos que la ropa hay que separarla por colores fuertes o suaves, blancos o negros, para no encontrar desastres irreparables al abrir la puerta de la lavadora. Sin embargo, no es la única división que debemos hacer: la temperatura o el tipo de tejido necesitan de lavados y programas diferentes para que las prendas luzcan mejor y duren más.

  • ¿Agua fría o caliente? A veces cometemos el error de lavar todas las prendas en frío porque, ante la duda, creemos que es la mejor opción. Sin embargo, esto puede hacer que no se lave bien o no se eliminen los olores. Observa en las etiquetas de cada prenda la temperatura a la que deben lavarse y haz tu colada en función de ello. No hace falta ser muy exigentes: basta con hacer dos montones, uno para agua fría y otro para caliente.
  • Prendas delicadas. Mete tu ropa de lana, cachemira o algodón fino en una bolsa o malla específica y lávala con agua fría utilizando el ciclo suave de la lavadora y con un detergente para todo tipo de ropa.
  • Grado de suciedad. Separa también las prendas sucias de las excesivamente sucias. Así podrás usar un programa y un detergente más específicos para estas últimas.

¿Qué detergente y suavizante utilizo?

 

  • Detergente líquido o en polvo. En líneas generales, el detergente líquido está más indicado para ropa delicada, mientras que el detergente en polvo es para toallas y sábanas.
  • ¿Cuánto detergente usar? Ni mucho ni poco: solo la cantidad que indique el fabricante. Si te pasas, no tendrás la ropa más limpia, sino que tomará mucho más tiempo el aclarado y el resultado serán unas prendas acartonadas, tiesas y con un fuerte olor a jabón. Si por el contrario echas menos de lo necesario, quedarán restos de suciedad.
  • Utiliza un suavizante. Este producto es indispensable, ya que acondiciona las fibras de las telas. Así, quedan más suaves al tacto, se reduce su electricidad estática y alarga su vida útil. Los únicos programas que no necesita suavizante son el programa sport y el microfibras y plumas.
  • La lejía. Es perfecta para preservar el blanco, pero no se debe usar para la ropa interior, ya que la lejía es muy abrasiva y destruye el elástico de este tipo de prendas. En estos casos es mejor usar un detergente blanqueador.

Ahorrar al usar una lavadora

  • Usa programas cortos y agua fría. Si la ropa no está muy sucia, no es necesario usar un programa largo o la opción de prelavado. Así, ahorrarás agua y luz, y lo notarás en las facturas a final de mes. Los programas cortos y con agua fría no consumen tanta energía.
  • Centrifuga lo justo. Otro de los trucos sobre cómo usar una lavadora es que cuanto mayor sea el número de revoluciones, mejor se secará la ropa, pero también gastará más energía. Además, si quieres evitar la plancha, los centrifugados cortos hacen que la ropa presente menos arrugas. Así, solo tendrás que tenderla bien estirada y punto.
  • Usa la cantidad de detergente y suavizante necesaria. Como decíamos antes, usar más detergente no es sinónimo de una limpieza más profunda, sino todo lo contrario. Además, el producto sobrante no se diluye, por lo que puede acumularse en los filtros y dañar la lavadora. Todo ello sin contar el exceso de gasto innecesario en la cesta de la compra.
  • Mantén tu lavadora en buen estado. Limpia el filtro de forma periódica y elimina el exceso de humedad tras cada lavado (dejando la puerta abierta) para evitar reparaciones futuras que engrosen los gastos de tu presupuesto familiar. En este caso, si cuentas con el Seguro de Hogar MAPFRE, tienes a tu disposición un servicio de reparación de electrodomésticos de gama blanca (entre los que se incluyen las lavadoras) que solucionará estos problemas.

Apaga la lavadora cuando no la uses. Esto quiere decir que una vez que haya terminado el lavado, no la dejes en espera. Presiona el botón de apagado para o gastar energía innecesariamente.