¿No sabes cómo quitar las manchas difíciles? ¿Has llegado a pensar que tu lavadora no funciona? Ni mucho menos. El problema es que hay ciertos alimentos, bebidas o sustancias varias que por su composición requieren de un tratamiento especial previo a su lavado habitual. Si crees que la solución pasa por tirar la prenda después de haberlo intentado todo, dale una última oportunidad y prueba con estos consejos.

Me acabo de manchar, ¿Qué hago?

  • Actúa lo antes posible y límpiala de inmediato. Si estás en un restaurante y se te cae la copa de vino encima, no esperes a llegar a casa para limpiarla. Si se seca, estás perdido, ya que será mucho más difícil eliminarla.
  • En este caso (y siempre que el origen del destrozo sea un líquido), espolvorea la zona con polvos de talco y elimina los restos con un cepillo. Una vez en casa, podrás lavarla más a fondo.
  • Si la mancha se debe a una sustancia sólida, quítala con ayuda de una espátula o similar para que no se extienda aún más.
  • Ya en casa, sumerge la prenda en agua fría. Muchos creen que el agua caliente es más eficaz, pero todo lo contrario: las altas temperaturas hacen que la suciedad se incruste aún más en el tejido.
  • Frota haciendo movimientos circulares, de fuera adentro.
  • Un truco: es más fácil eliminar la mancha si le damos la vuelta a la prenda.

Si la mancha no se quita

Si la suciedad persiste, entonces hay que actuar sobre el foco del problema atendiendo al tipo de sustancia que la causó.

Manchas de taninos

El tanino es una sustancia presente en la materia vegetal, como café, té, vino tinto, frutos secos o fruta, y es una de las más difíciles de eliminar. El mejor remedio para deshacerte de ellas es lavarlas con detergente neutro y vinagre. Otra opción es aplicar una pasta de bicarbonato y agua y dejarla actuar. Eso sí, asegúrate de que está siempre húmeda porque si no tendrás otra mancha añadida. Después, lava la prenda en la lavadora.

Pero, ¿y si la mancha ya se ha secado? Entonces introdúcela en leche caliente hasta que veas que se disuelve la suciedad. Luego, lávala con agua y jabón.

Si la mancha ha superado todas las pruebas, entonces hay que tomar medidas drásticas. Vierte un vaso de agua oxigenada y cuatro de amoniaco en un litro y medio de agua. Sumerge la prenda y deja que la mezcla actúe durante unas horas. Aclara con abundante agua y métela en la lavadora.

Grasa

Las manchas de grasa, como los aceites, mantequilla o maquillaje, son persistentes, pero siguiendo el proceso adecuado, salen. Lo que debemos tener en cuenta es que siempre hay que tratar de eliminarlas antes de meter la prenda en la lavadora. La limpieza en seco con percloroetileno es infalible, pero si prefieres el método tradicional, emulsiona la mancha con detergente alcalino.

Si eres más de remedios caseros, aplica unas gotas de alcohol de 90 grados directamente sobre la mancha. También puedes usar vinagre blanco o frotar con una rodaja de limón. Si la mancha es de maquillaje, tan sencillo como aplicar sobre ella espuma de afeitar y lavarla de forma habitual.

Manchas orgánicas

Las más habituales son las de sangre, sudor, leche, huevos, sopas, etc. En estos casos, no laves la prenda a más de 30º para que la grasa no se incruste y, por la misma razón, no debes usar la secadora o la plancha ates de eliminarla por completo. Al ser manchas compuestas por proteínas, lo más recomendable es usar una fórmula proteica. Mezcla amoniaco, detergente neutro y agua y sumerge la prenda.

Sustancias azucaradas

Sí, el azúcar también mancha. Y es que cuando se mezcla con la albúmina de las fibras naturales de la ropa, provoca una reacción que amarillea la ropa. Sin embargo, a veces no se ve a simple vista y cuando sacamos la prenda nos encontramos con la mancha, ya que empeora con el paso del tiempo. Lo mejor es estar atento, ya que, pilladas a tiempo, son fáciles de eliminar. Primero usaremos un disolvente en seco (por ejemplo percloroetileno) y después, lavaremos con agua y jabón neutro.

Suciedad pigmentaria

Se trata de pequeñas partículas que se encuentran suspendidas en el aire, como el polvo. Al ser superficiales, son las más fáciles de eliminar. Se quitan con detergente ligeramente alcalino y agua.

Ropa desteñida

Existen unas toallitas en el mercado que evitan que se destiña la ropa. Solo hay que meterlas en el tambor de la lavadora y poner el programa habitual. Pero si el mal ya está hecho, no te preocupes porque tiene fácil solución.

Con papel de plata, haz tres bolas que quepan en la palma de tu mano y échalas a una olla grande. Mete también la prenda dañada y vierte agua hasta que quede completamente sumergida. Enciende el fuego, y cuando rompa a hervir, apágalo y retira la olla. Espera a que se enfríe, y ya tienes tu ropa como nueva.

¿Qué hacer con las manchas viejas?

Si haciendo el cambio de armario de temporada has encontrado que una prenda lleva varios lavados (con sus planchados) luciendo la misma mancha, puedes rescatarla usando agua oxigenada. Sumerge la prenda en agua caliente y después aplica el agua oxigenada en directo sobre la zona a tratar. No es recomendable usarla sobre seda o lana, pero la buena noticia es que, a diferencia de la lejía, es apta para todos los colores.

Y si lo que falla es tu lavadora, recuerda que el Seguro de Hogar MAPFRE  dispone de un servicio de reparación de electrodomésticos de gama blanca.