Estamos en esos meses que puedes ver a una persona en sandalias y al lado, a otra con botas de invierno. Aunque muchos se resistan a decir adiós al verano, lo cierto es que el fresco se empieza a notar. Ya hay que sacar la ropa de invierno, y aquí es cuando viene lo que a nadie le gusta hacer: el cambio de armario.

Y ya de paso, poner orden a tu ropa y hacer limpieza. Apunta los siguientes consejos y hacer el cambio de ropa verano/invierno se convertirá en una tarea amena y sencilla.

Saca toda la ropa

Vacía el armario por completo, incluyendo baldas y cajones. Es la única forma de hacer el cambio de armario de una manera objetiva y realista.

Es muy importante, que una vez que esté el armario vacío, hagas una limpieza en profundidad. No se suele limpiar este mueble, por lo que coge polvo y ácaros. Pasa el aspirador para eliminar las partículas de polvo, pelusas, pelos… Después, coge un paño húmedo con jabón neutro o algún producto específico para tratar el material del armario y pásalo por todas las superficies.

Una vez limpio, coloca ganchos antipolillas, cuelga 2 o 3 por el armario y también por los cajones y baldas. No queremos ir a coger una prenda y observar pequeños agujeros, ¿verdad? Además, puedes añadir bolsitas de aromas para perfumar la ropa, por ejemplo la lavanda es un repelente natural que además  aporta frescor a tus prendas.

Organiza la ropa

Quizá este sea el paso más complicado, ver de qué nos desprendemos. Haz cuatro montones:

  • La ropa de verano para guardar. Esos tejidos frescos, ropa colorida, pantalones cortos…
  • La ropa que no vas a ponerte más para donar o vender. En esta parte es donde aparece el conflicto, nos cuesta horrores desprendernos de la ropa, ¡sé realista! si no te has puesto una prenda en los últimos 6 meses, no te la vas a poner más. Lo mismo sucede con las prendas que no son de nuestra talla. Ahora están muy de moda las aplicaciones de venta de ropa de segunda mano, de esta manera das un doble uso a las prendas y ganas un dinero extra.
  • La ropa en mal estado para tirar, con agujeros o desgastada. Una buena opción es crear trapos.
  • La ropa que sí vas a seguir poniéndote para guardar, de nuevo, en el armario. Aquí nos encontramos con las prendas básicas y colores neutros: camisetas blancas y azules, vaqueros…

Estructura el armario

Saca la ropa de invierno (ya lavada y planchada) y colócala  con el montón de volver a guardar. Empieza el momento de organizar el cambio de ropa  para la temporada que está por llegar.

Lo que más te pongas tiene que estar al alcance de tu mano, usa la parte central del armario junto con las baldas y cajones que estén a una altura entre 1 y 2 metros.

Los laterales del armario resérvalos para la ropa que uses menos.

Los cajones y baldas que, o no llegues o te tengas que agachar demasiado, para lo que apenas uses o tengan un uso concreto.

Ordena el armario

Lo que se cuelga

Cuelga lo que se arruga con facilidad.

Lo más adecuado es colocar la ropa por categorías: las camisas todas juntas, los vestidos largos agrupados por un lado, los cortos por otro, y así con todo.

Además, utiliza la técnica de los colores: es decir, agrupar todas las camisas del mismo color o tonalidad similar hasta conformar una escala cromática. Lo más sencillo es ir de lo claro a lo oscuro.

Con este orden será más visual, fácil y rápido elegir la ropa del día a día.

Si tienes muchas prendas para colgar, apunta este truco para organizar la ropa, ¡podrás colgar el doble de prendas en el mismo espacio! Coge las anillas de las latas de los refrescos y dos perchas.  Introduce una anilla en el gancho de una percha, y engancha una segunda percha, de forma que ésta cuelgue junto a la primera.

Lo que se dobla

Dobla lo que no se arruga.

Si colgamos los jerséis que son de lana gorda tienden a darse de sí, por lo que es mejor doblarlos para que no pierdan su forma. Utiliza la técnica anterior: agrúpalos según tamaño, material y color.

En este cambio de armario, los vaqueros van a ir doblados en un cajón y en vertical, ocupan menos espacio y verás todos los pantalones de una pasada, además de no desordenar el resto al coger unos.

¿Cómo doblamos los vaqueros? Tiene truco: dobla por las perneras, si sobresale la parte trasera (un triángulo) mételo para dentro, dobla las piernas dejando la cintura, divide visualmente en tercios y enrolla cada parte. Si lo apoyas de forma vertical y se mantiene ¡lo has hecho estupendamente!

Ya sólo te queda guardar los paquetitos resultantes con la parte redondeada hacia fuera y agrupados por colores.

¡Cambio de armario listo para empezar la nueva temporada!

Ordenar la ropa es algo que tienes que hacer tú mismo. Si tienes cualquier problema relacionado con el bricolaje dentro de tu vivienda, puedes contar con el seguro de Hogar de MAPFRE. A tu disposición siempre que lo necesites.

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