Los electrodomésticos de los que disponemos en nuestro hogar han llegado para hacernos la vida más fácil. La lavadora permitió olvidarse de una tarea difícil y que llevaba multitud de horas para conseguir buenos resultados, las neveras permitieron conservar los alimentos en óptimas condiciones durante más tiempo y los lavavajillas ahorran mucho tiempo al fregar los platos. Pero ¿Cuál es el consumo de un lavavajillas? ¿Son realmente más eficientes que lavar a mano?

Usar el lavavajillas ¿es más barato que lavar a mano?

El lavavajillas es una máquina pensada para ahorrar tiempo y energía a la hora de fregar los utensilios de cocina. Este tipo de aparatos cada vez son más frecuentes en todos los hogares ya que estos son eficientes y permiten ahorrar dinero con cada lavado.

Cuando lavamos a mano tendemos a dejar el grifo abierto y, para eliminar correctamente la suciedad, debemos usar agua caliente y jabón específico. Esto hace que el consumo de agua y energía se dispare, además del consiguiente daño al medio ambiente al usar detergentes químicos en grandes cantidades.

El lavavajillas optimiza los lavados usando solo la cantidad justa de agua, a la temperatura adecuada y durante el tiempo suficiente para que los utensilios de cocina salgan limpios y secos.

Según algunos estudios, como el realizado por el Canal Isabel II de Madrid, el uso del lavavajillas supone un ahorro de 30,6 litros de agua al día. De media, este tipo de aparatos suelen usar unos 10 litros de agua. Además, si tenemos en cuenta que se suelen poner en funcionamiento una vez al día o cada 2 días (dependiendo de las personas que vivan en el domicilio), el ahorro es considerable. Estos resultados están abalados por otras instituciones como la Universidad de Bonn en Alemania, que, tras realizar pruebas con estas máquinas en distintos países del mundo, llegó a la conclusión de que estos son más eficientes.

Hay que tener en cuenta que aquellos más modernos ahorrarán mucha más agua y energía ya que son capaces de optimizar sus funciones mucho más.

Por lo tanto, se puede concluir que lavar utilizando el lavavajillas, si se hace de forma adecuada, es más barato que hacerlo a mano.

Cómo usar correctamente el lavavajillas

Pero si verdaderamente queremos usar correctamente el lavavajillas y ahorrar en cada lavado, es importante seguir una serie de normas y seleccionar siempre el programa adecuado para cada tipo de carga.

En la actualidad existen modelos que son capaces de detectar por sí mismos la suciedad de la carga y la temperatura que deben emplear para eliminarla. De esta manera se optimiza mucho más el lavado y se reduce el consumo energético y de agua.

Si este no es tu caso y dispones de un lavavajillas más antiguo puedes seguir estas recomendaciones para ahorrar.

  • El lavavajillas siempre debe estar lleno. Estos electrodomésticos están diseñados para optimizar el lavado y consumen mucha menos energía cuando están más cargados.
  • Los friegaplatos incluyen distintos programas para adaptarse a cada lavado, así que fíjate bien en las instrucciones para optimizar su uso. Piensa que el mayor consumo que hacen estos aparatos está relacionado con calentar el agua que van a usar y que aquellos programas largos suponen un consumo más elevado. Para conseguir buenos resultados en programas cortos enjuaga los objetos con agua fría antes de introducirlos.

Este tipo de aparatos requieren un mantenimiento óptimo para que los resultados sean los adecuados y pasan desde una correcta limpieza hasta el uso de productos específicos. Si quieres proteger y cuidar este y otros electrodomésticos de tu casa, conoce todas las coberturas que el Seguro de Hogar MAPFRE puede ofrecerte.

Lavar a mano también tiene ventajas

Fuente: https://cutt.ly/Sunl9WR

El lavavajillas es la forma más eficiente de lavar, pero hay casos en los que es mejor realizar un lavado a mano ya que puede suponer un ahorro si se hace correctamente. No es necesario usar agua muy caliente, por lo que podrás realizar un lavado adecuado usando agua fría o tibia, siempre dependiendo de la suciedad de la vajilla.

Algunos utensilios de cocina no pueden introducirse en el lavavajillas, por ello, siempre deberás lavarlos a mano. Todos aquellos que estén fabricados en madera deberán limpiarse usando el grifo y un estropajo para evitar que se agrieten.

Por otro lado, debido al volumen de las sartenes o cazuelas, la capacidad del lavavajillas se ve reducida, lo que hace que aumente el consumo. Es mejor que laves estos utensilios a mano.

A la hora de adquirir un lavavajillas hay que tener en cuenta las particularidades de cada hogar, ya que para aquellas personas que viven solas, puede ser innecesario el uso de un friegaplatos. En estos casos, el ahorro de tiempo es mucho mayor que si se espera a que el aparato esté lleno.

Como ya hemos visto, usar un método u otro de lavado dependerá mucho de las circunstancias de cada unidad familiar ya que los consumos y las prioridades pueden ser distintas. Ahora que ya conoces qué ventajas tienen cada uno de ellos ¿con cuál te quedas?