Revestir una pared exterior con piedra es una manera fácil y efectiva de mejorar notablemente la apariencia de tu vivienda, además de agregar valor comercial a tu propiedad. Pero, ¿cómo se coloca correctamente el revestimiento de piedra en un muro exterior? Hoy aprenderemos a utilizar este valioso material.

Cómo colocar revestimiento de piedra en una pared exterior

La piedra es un material duradero y resistente a la intemperie que puede soportar las condiciones climáticas más adversas a la vez que proteger a tu hogar de cualquier elemento exterior. Sin embargo, se trata de un material relativamente caro y que debemos saber utilizar a la perfección para evitar una gran cantidad de desperdicios por el camino.

Paso 1. Preparar la pared

Antes de comenzar a colocar el revestimiento de piedra es importante preparar adecuadamente la pared. Esto implica limpiarla por completo y secarla adecuadamente, así como dejarla libre de polvo y grasa.

Si encontramos alguna grieta o irregularidad en la pared, es conveniente rellenarla con masilla para exteriores y dejar secar por completo.

Paso 2. Colocar una malla de refuerzo

Colocaremos una malla de refuerzo sobre la superficie de la pared y la fijaremos con mortero de agarre. Esto nos asegura que el revestimiento de piedra tenga una base sólida y no se caiga con el tiempo.

Para colocarla, tendremos que aplicar una primera mano de mezcla adhesiva para corregir los desniveles que pueda tener la pared.

Paso 3. Elegir el adhesivo

Una vez que tengamos todo listo, elegiremos el adhesivo adecuado para el tipo de piedra que vayamos a utilizar, teniendo en cuenta diversos factores como su peso y la textura de la superficie de la piedra.

Es importante que el adhesivo sea resistente a los cambios de temperatura para evitar que se agriete o se despegue con el paso del tiempo.

Paso 4. Medir y cortar la piedra

Seguramente este sea el punto que requiera algo más de especialización, ya que solo la experiencia en este tipo de trabajos nos dará la suficiente destreza para conseguir las piezas con la geometría y formas que buscamos.

En todo caso, empezaremos midiendo la pared y calculando la cantidad de piedras que vamos a necesitar para, a continuación, empezar a tallarlas una a una hasta conseguir el tamaño que deseemos.

Paso 5. Instalar la piedra

Limpiaremos las piedras que vayamos a colocar y comenzaremos desde la parte inferior de la pared. Si lo vemos necesario, podemos colocar unos perfiles verticales metálicos a modo de guías para asegurar una buena planeidad del revestimiento.

Iremos aplicando el adhesivo en pequeñas secciones y colocando las piedras sobre él. Es importante presionar firmemente cada piedra para asegurarnos de que esté bien pegada a la pared antes de continuar con la siguiente.

Iremos haciendo pasadas de manera horizontal hasta ir completando filas enteras que abarque toda la longitud de la pared antes de seguir avanzando de manera ascendente.

Paso 6. Rellenar las juntas

Una vez que estén instaladas todas las piedras, tendremos que ir rellenando las juntas entre cada pieza con mortero especial para piedras naturales. Es importante aplicarlo con alguna herramienta que nos permita asegurarnos de que está bien distribuido y nivelado, como, por ejemplo, una llana manual.

Después de unos minutos, limpiaremos el exceso de la lechada con una esponja húmeda que servirá también para limpiar la superficie exterior de cada piedra.

Paso 7. Eliminar los excesos de la mezcla

Dejaremos secar nuestra pared al menos durante un día y procederemos a retirar los excesos de la mezcla con la ayuda de un cepillo de cerdas duras y un producto especial para la limpieza de piedras naturales.

Pasaremos el cepillo las veces que sean necesarias y con la firmeza que nosotros valoremos hasta conseguir un acabado perfecto en el que cada piedra se vea totalmente limpia y sin ningún tipo de suciedad dentro de sus cavidades.

Paso 8. Aplicar un sellador

Finalmente, deberemos aplicar un sellador para proteger el revestimiento de piedra de las inclemencias meteorológicas o de cualquier elemento externo que pueda dañarlas, garantizando así una buena durabilidad a largo plazo.

Este sellador puede ser perfectamente cualquier tipo de producto hidrofugante que a la vez proteja nuestra pared de la aparición de hongos y manchas de suciedad.

Lo aplicaremos con un cepillo o una esponja y siempre siguiendo las recomendaciones de aplicación que muestre el fabricante en el recipiente del producto para respetar sus tiempos de secado.

Revestir una pared con piedra siempre es un trabajo delicado y susceptible de ocasionar algún tipo de incidencia en su desarrollo, por eso siempre es aconsejable contar con un Seguro de Hogar MAPFRE que nos pueda proporcionar la ayuda necesaria ante cualquier imprevisto.

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