Peluches o no, en la decoración infantil todo vale, siempre y cuando apliquemos el sentido común y el buen gusto. Llenar la cama de peluches no solo es poco práctico –imagina tener que ponerlos y quitarlos todos los días- sino que además acumulan polvo y, estéticamente, el exceso hace que no nos fijemos en ninguno y el conjunto de peluches sea visto como una masa sin carácter ni personalidad.

Si vas a decorar con peluches, intenta que éstos se sitúen en lugares estratégicos y que tengan alguna singularidad por la que merezcan la pena ocupar un lugar destacado en la decoración. Por ejemplo, puedes usar peluches alzapaños, cuyos largos brazos rodean los paños de la cortina dejándola recogida.

También puedes usar el mobiliario para integrarlos en la decoración. Instala estanterías hexagonales creando una composición determinada y coloca en el interior de cada pieza un muñeco, o cuelga una estantería columpio del techo y haz que los peluches se columpien libremente. Se trata de dar coherencia a cada elemento que hemos seleccionado para que forme parte de la habitación.

Hay vida más allá de los peluches

No hace falta recurrir a peluches y muñecos para recrear un ambiente infantil en la habitación de un niño. En la actualidad existen infinitas opciones con la que conseguiremos dar esa sensación de inocencia sin renunciar al buen gusto.

  • Colores suaves: La gama de los pasteles son perfectos para las habitaciones infantiles, y no sólo porque sus matices son una extensión de la ternura de los niños, sino porque con ellos facilitarás el descanso de los más pequeños. Los colores fuertes activan la mente, mientras que los más suaves ayudan a conciliar el sueño, una de los aspectos más deseados por muchos padres.
  • Vinilos: Personaliza las paredes y la puerta con vinilos decorativos de diseños originales: una puerta para el Ratón Pérez sobre el rodapié, unas pequeñas estrellas repartidas a lo largo y ancho de una de las paredes, frases y mensajes bonitos, una nube sonriente en pleno proceso de lluvia, y un largo etcétera.
  • Piezas singulares: Elige elementos decorativos que aporten un plus a la decoración, como sillas mecedoras adaptadas a su tamaño, percheros con formas divertidas, una mosquitera sobre la cama de la pequeña princesa, maletitas vintage para guardar los juguetes pequeños, estanterías con forma de casa, letras de madera, láminas con mensajes, cabezas de animales de peluche a modo de trofeo de caza, un caballito balancín, etc.
  • Lámparas de led con formas: una estrella luminosa, una caja de luz para escribir mensajes, una letra con bombillas led… son muchas las opciones que permiten instalar pequeños focos de luz para los más miedos que además serán un valor para la decoración.
  • Textiles: no hace falta recurrir a los personajes de la televisión. Al fin y al cabo son modas pasajeras y es probable que se canse pronto de su colcha de la Patrulla Canina. Si queremos cortinas, alfombras o colchas que le duren, al menos, hasta la adolescencia, lo mejor son los diseños infantiles pero anónimos: estrellas, nubes, mariposas, bailarinas. Y cuanto más discretos mejor, para no saturar la vista.
  • Cojines: no te quedes en los de formas clásicas. En la actualidad hay infinidad de diseños que harán las delicias de los más pequeños: nubes, corazones, animales… encuentra el que más se adapte al cuarto pero no abuses de ellos. En pequeñas dosis, mejor.
  • Rincón de lectura: reserva una zona de la habitación para que el niño disponga de sus cuentos preferidos. La típica estantería especiero es perfecta para estos casos, ya que su barra delantera permitirá tener los libros a la vista sin que estos se caigan. Cuélgala a la altura del niño para que sea él que pueda coger los cuentos siempre que quiera, y pon un pequeño puf o sillón cerca.
  • Cabeceros originales: un buen cabecero es capaz de transformar por completo la habitación. Los hay con forma de casa, de nube y de todo lo que puedas imaginar. Además, si eres manitas, no son difíciles de hacer. Con las maderas de unos palets y unas pinturas de spray efecto tiza puedes hacer tu propio diseño.
  • Guirnalda de banderines: da vida a los techos y paredes con guirnaldas de banderines de colores suaves y estampados bonitos.
  • Tipis: de total tendencia, son el objeto más codiciado en la decoración de habitaciones infantiles. Se trata de pequeñas tiendas que se asemejan a las de los indios, y están compuestas por cuatro o cinco palos y una lona de tela. Llénalo de cojines y deja que los niños inventen historias y aventuras en su mundo particular.

En definitiva, existen muchos más recursos que los muñecos para hacer que la habitación de los niños contenga elementos infantiles y bonitos, pero la elección de incluir o no peluches es solo tuya. Como también es tuya la elección de un buen respaldo que proteja el contenido de tu casa. El Seguro de Hogar MAPFRE cuenta con las mejores coberturas adaptables a las necesidades de cada persona.