Los textiles son uno de los elementos más relevantes en la decoración del hogar, ya que –bien elegidos- ayudan a matizar el carácter que buscamos en cada una de las estancias. Pero si ya es difícil atinar con las cortinas, lo de las alfombras es capítulo aparte. ¿Cuáles son las tendencias? ¿Cómo se colocan? ¿Cuántas hay que poner en cada espacio? ¿Cómo dotarlas de funcionalidad? Si estas son las dudas que te rondan a la hora de decorar con alfombras, aquí encontrarás todas las respuestas.

Tendencias en alfombras

Las alfombras que encontraremos en el mercado están hechas de una gran diversidad de materiales y responden a diseños de todo tipo. Cualquiera de ellas puede ser una buena opción -siempre y cuando siga la línea de decoración de tu hogar-, pero si quieres guiarte por las últimas tendencias, hay varias cosas que debes saber:

  • El gusto por lo natural abarca muebles, objetos decorativos, cortinas, ropa de cama… y también alfombras. El yute, la piel, el sisal, el coco, las algas marinas, el algodón, o la lana son las materias primas más demandadas en la fabricación de alfombras.  Pero las fibras naturales no son las únicas que marcan tendencia, las de vinilo gozan también de gran protagonismo, sobre todo porque son lavables y podemos encontrarlas en una gran variedad de diseños.
  • Los acabados naturales responden al mismo afán. Así, veremos alfombras realizadas con materiales sin tratar y en su color original, respondiendo a estéticas rústicas que casan muy bien no solo en estos ambientes, sino también en otro tipo de decoraciones creando un contrapunto de estilos muy interesante. También lo es la mezcla de texturas: dos materiales en una misma alfombra aportan dinamismo y ligereza.
  • El color también arriba con fuerza en nuestros suelos, y técnicas como el Tie Dye o los degradados ganan enteros. Además, los estampados étnicos, los diseños de las alfombras kilim, las formas geométricas bicolores o multicolores, las rayas, o los puntos en todas sus formas de expresión son los estampados de moda.
  • En cuanto a sus formas, las clásicas cuadradas y rectangulares comparten protagonismo con circulares y ovaladas, que se emplean como elementos meramente decorativos más que funcionales.

Tomar medidas

Antes de elegir nuestra alfombra, debemos planificar bien dónde vamos a ponerla, tomar medidas de la zona e imaginar cómo quedaría ese espacio con y sin ella. Todo depende de tus gustos personales, pero hay ciertas normas básicas que conviene no saltarse para que el resultado sea el mejor. Procura que no sea ni tan grande que se lleve todas las miradas, ni tan pequeña que de sensación de escasez. Elígela de la medida más exacta posible:

  • En el salón: debe ser ligeramente más pequeña que el largo del sofá, pero lo suficientemente ancha para que la podamos poner debajo de las patas.
  • En el comedor: la alfombra debe sobresalir cerca de medio metro por cada lado de la mesa para que, al mover las sillas para sentarnos, éstas sigan quedando dentro de la alfombra.
  • En el dormitorio: las alfombran deben ser proporcionales al largo de la cama, pero dejando libre el espacio de la mesilla.
  • En el cuarto de baño: las medidas son libres, pero no olvides que debe dejar el suficiente espacio para que la puerta pueda abrirse y cerrarse sin chocar con ella.

Cómo decorar con alfombras

Delimitar espacios es, si cabe, la función más extendida en el uso de alfombras. Basta con colocar una en la zona del comedor y otra en la del sofá, y ya tenemos dos espacios con sus límites visualmente establecidos.

Si buscas recrear un ambiente muy boho, la mezcla de diferentes alfombras en un mismo espacio es la clave. Búscalas de varios colores, texturas, tamaños y haz composiciones superponiéndolas o poniendo unas al lado de las otras. Podemos aprovechar los viajes para traer adquisiciones originales que no encontraríamos aquí y que aportarán esa seña de identidad única. Además, las coberturas contra pérdida de equipaje del Seguro de Viaje MAPFRE, serán una garantía extra cuando transportemos nuestra pieza en la maleta.

Trata de crear siempre un equilibrio basándote en las reglas de la simetría o las de la equidad. Pero, para que el resultado no sea caótico, empieza poco a poco con combinaciones sencillas: por ejemplo, pon de base una alfombra de yute sin tratar y a su lado, otra de estampado étnico o geométrico multicolor. Cuando hayas dado con su situación perfecta, quizá puedas introducir otra más.

Utilízalas para crear un foco de atención. Al fin y al cabo, las alfombras son como marcos dispuestos en el suelo, y lo que pongas sobre ellas resaltará del resto de objetos. Si quieres ensalzar una pieza en concreto, elige una alfombra redonda y lisa, sin estampados, para centrar todas las miradas en la pieza en cuestión.

También sirven para dar personalidad en pequeños espacios que carecen de protagonismo en la casa: tales como el pasillo o la entrada. En esta última, las alfombras redondas de yute natural son la gran apuesta.

Aunque lo de usar alfombras en el baño y la cocina es algo más antiguo casi que la propia alfombra, lo cierto es que en las últimas temporadas esta práctica se ha convertido en la preferida por los interioristas. En el baño: aportan calidez; en la cocina: son una protección frente a la grasa y los restos de comida. En ambos casos conviene que estén hechas de materiales lavables. Y en el baño podemos incluso arriesgar con modelos más innovadores, por ejemplo huyendo de la clásica alfombrilla y apostando por alfombras amplias y de pelo largo. A parte de crear estilo, te protegerán ante los temidos resbalones.