Uno de los espacios más importantes de una vivienda es la cocina. Por ello, es aconsejable analizar con detalle el tipo de distribución y de decoración para sacarle el máximo partido. Dado que existen ciertas particularidades según el tamaño y la forma de la estancia, en este caso analizamos las características que tienen las cocinas con forma de L.

Sin duda es una de las alternativas más extendidas por las diferentes posibilidades que ofrece, sobre todo en las casas más grandes cuando el objetivo es unir el salón y la cocina. Este tipo de reparto permite aprovechar al máximo todas las esquinas para evitar que queden espacios muertos, así como también colocar una mesa o un mueble en la parte central.

Características de las cocinas con forma de L

Como su propio nombre indica, las cocinas con forma de L están instaladas de tal modo que los muebles y los electrodomésticos forman un ángulo recto. Aunque son aptas para espacios de cualquier tamaño, ofrecen mayores ventajas cuando se trata de estancias cuadradas y amplias.

Por norma general, este tipo de distribución se realiza teniendo en cuenta que una de las paredes se debe destinar a los armarios de almacenamiento y la otra para la zona de trabajo, es decir, cocción y fregadero. De esta forma, los principales puntos de la cocina forman un triángulo que facilita enormemente las tareas.

Lo más habitual es que estas cocinas estén abiertas y conectadas con otros espacios de la casa. Por ello, es importante elegir un mobiliario que se ajuste al resto del conjunto. Además, no hay que olvidar la encimera en forma de L como elemento fundamental de este reparto, la cual debe estar fabricada con un material resistente y de alta calidad.

Ventajas de las cocinas con forma de L

  • Las cocinas con forma de L son una de las opciones más interesantes desde el punto de vista del almacenaje, ya que se puede contar con una gran capacidad si se eligen los muebles adecuados.
  • Este tipo de distribución permite optimizar al máximo el espacio disponible. Es sumamente útil para aprovechar todos los rincones y evitar que queden espacios inservibles.
  • La superficie que quede libre en medio de la cocina se puede utilizar para colocar una mesa u otro mueble en forma de isla.
  • El hecho de dividir la cocina de este modo facilita en gran medida el trabajo que se realiza en esta estancia.
  • Desde el punto de vista estético, es una de las opciones más interesantes. La organización de los muebles y electrodomésticos ofrece una visión sencilla y organizada, la cual puede variar según el estilo del mobiliario que se elija.

Inconvenientes de las cocinas con forma de L

  • Las cocinas con forma de L incluyen de forma irremediable una esquina, por lo que, en la mayoría de los casos, es necesario instalar muebles a medida que incrementan el coste de la reforma.
  • Por el mismo motivo que en el punto anterior, las tareas de limpieza tienen una mayor dificultad para alcanzar a todos los recovecos.
  • En comparación con otras formas de distribución, la forma de L puede ocupar más espacio que otros modelos de cocina.
  • La distribución del mobiliario y de los electrodomésticos es limitado, lo que impide jugar con la configuración de la cocina.

El Seguro de Hogar MAPFRE contempla dos coberturas imprescindibles: todo riesgo accidental y daños materiales. De este modo, la rotura accidental de encimeras, vajillas, cristales, etc., así como los daños por agua o atascos estarán asegurados tanto si te decides por una cocina de estas características, como por otra.