Construidos con resistente tela arpillera, los viejos sacos han dejado de ser únicamente un recipiente para productos perecederos a ser una de las preferencias para decorar viviendas, especialmente las que se encuentran en el ámbito rural. Sin embargo, la decoración con sacos de café va más allá del campo y también son usados para dotar de personalidad a cualquier tipo de estancia.

En muchos casos el hecho de que tengan su estampado original es un extra que otorga más valor a este objeto. Así que no deseches los viejos sacos de café u otras mercancías que tengas por casa, pues puede que tengan otra vida, como pasa cuando decoramos con bombillas antiguas, y que ayuden a crear una atmósfera increíblemente creativa a tu hogar.

Si te gusta la creatividad y buscas algo diferente, seguro que puedes sacar mucho partido a los sacos de café antiguos. Aquí te presentamos algunas ideas originales de decoración con sacos que no dejarán indiferentes a nadie:

  • Cortinas. Debido a las particularidades de la tela arpillera de la que están compuestos los sacos de café, la luz puede pasar de manera tenue a través de las cortinas y de este modo iluminar la estancia, pero no con la suficiente fuerza como para que resulte demasiado brillante para los ojos. Conseguirás por lo tanto una atmósfera fantástica en los meses más luminosos e impregnar tu casa de una belleza realmente especial.
  • Bolsos. Si se corta y se teje siguiendo un patrón preciso, es posible que un viejo saco de café se convierta en un estiloso bolso que acaparará las miradas de todo el mundo. Su estampado original es casi imposible de copiar, por lo que tu complemento será único. También puedes crear una bandolera o una bolsa, que tendrán una gran resistencia a roces y al peso de los objetos que quieras meter dentro. Además, da igual si no eres hábil con la aguja, pues que se vean las costuras en lugar de ser algo negativo es una muestra de la personalidad del objeto.
  • Tapizar muebles. Puedes hacer que tus sillas, sofás o sillones tengan un aspecto totalmente nuevo gracias a los sacos de café. Para tapizar tus muebles, en primer lugar extrae la tela antigua, anotando los puntos donde se enclavaba el tejido. Usa la capa que has quitado para hacer un patrón en los sacos (dejando unos 2 cm a mayores) y pégalos posteriormente siguiendo la guía de anclaje que había antes. Pide ayuda si es necesario. Un mueble tapizado con sacos será un objeto realmente original. Si lo combinas con denim le darás un aire más atrevido.
  • Carteras. No es necesario usar todo el saco antiguo de café para crear algo bonito. Puedes elegir únicamente una pequeña parte de tela que tenga un dibujo que te guste y emplearla para hacer con ella carteras o monederos. Busca el modelo que más te guste y cópialo. Es importante que refuerces los puntos de unión, pues serán las partes más proclives a desgastarse. Comprobarás que el tejido del saco le aportará un toque inigualable que hará que todo el mundo se gire cuando saques tu cartera.
  • Figuras colgantes.  Una interesante decoración con sacos de café es la de usarlos para realizar pequeñas figuras que, debido a su poco peso, pueden colgarse en las lámparas o los pomos de las puertas. Puedes usar como guía cualquier dibujo que te guste y a partir de ahí realizar un calco y recortar la silueta. Posteriormente teje alrededor de los bordes para que no se deshilache y cuelga tus figuras en los lugares que te guste destacar en tu casa.
  • Cojines. Este tipo de objeto cada vez tiene un mayor peso decorativo. Además de su función para acomodar el cuerpo cuando se descansa en un sofá o en una cama, pueden hace brillar completamente a un mueble. Realizar cojines con tela de viejos sacos de café es sencillo. Debes cortar la tela arpillera de manera rectangular, coser los bordes y dar la vuelta a la funda. Posteriormente se introduce el relleno y se termina el cojín con una cremallera o unos botones. El estampado de los antiguos sacos da un aire retro al cojín que es muy interesante.
  • Broches. Si te gusta este tipo de complemento, prueba a realizar uno reciclando sacos viejos. Pueden ser planos, si sigues el patrón de algún dibujo o incluso tridimensionales. Un ejemplo de broche con volumen es una rosa. Para realizarlo es muy sencillo, pues es suficiente con realizar una tira e ir enrollándola poco a poco. Luego abres los pétalos y le otorgas la forma que más te guste. Tus prendas lucirán de una manera diferente y atrevida gracias a un broche así.
  • Marcapáginas. Si te gusta leer y estás harto o harta de perder el hilo de la lectura quizás necesites un marcapáginas. En lugar de los tradicionales realizados con cartulina, te proponemos que realices tu propio marcapáginas usando la tela de viejos sacos empleados para llevar mercancía. Para ello recorta un cuadrado que tenga el tamaño a tu gusto y cose los laterales para evitar que se deshilache. Puedes optar por pintar el marcapáginas o dejar que el antiguo entintado aporte un interesante toque rústico.
  • Hacer un puf. Un puf es un objeto moldeable que sirve para sentarse. Tiene como cualidades su comodidad y su aire desenfadado. Si a esas ventajas le añadimos la resistencia del tejido de los sacos de café podemos tener como resultado un producto especial.

Hay muchas aplicaciones en la decoración con sacos de café. La resistencia y fuerte personalidad de este tipo de tejido aporta un ambiente especial a todos los objetos o lugares donde se aplique. Es por esa razón que cada vez son más personas quienes usan más este tipo de tela para decorar sus casas e, incluso, resulta socorrido para tapizar paredes con tela.

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