¿Armarios o baúles zapateros? La gran pregunta. Zapatos, botas, sandalias o zapatillas invadiendo cajones, repisas, altillos y hasta en el trastero, por no hablar de los numerosos pares que terminan irrumpiendo el suelo. ¿Te suena? Pues la solución es fácil, y no pasa por contar con más espacio para ellos. La clave está en buscar el modo de organizar todo el calzado en espacios que permitan disponer de ellos con un solo golpe de vista.

Para evitar el problema de que todos los zapatos y botas estén desperdigados y a la vista existen varias soluciones. Las más comunes: destinar una parte del armario solo para ellos o hacerse con un armario o un baúl zapatero. ¿Cuál es la mejor opción? Te lo contamos.

Dentro del armario: la solución para casas pequeñas

Si tu casa tiene dimensiones muy reducidas y dispones pocos zapatos, la mejor forma de tenerlos en orden es guardándolos dentro del armario aprovechando así un espacio que a menudo queda desperdiciado.
Instala estantes que presenten cierta inclinación para que puedas ver mejor todos los zapatos, o bien coloca en la parte inferior estructuras como hormas o barras de hierro para poner todos los pares en vertical y apilar el mayor número de zapatos posible. Por las mañanas, con la hora pisándote los talones, agradecerás tenerlos justo al lado de la ropa para poder elegir más rápidamente el que más te convenga.

Un recurso muy valioso si lo que queremos es ganar tiempo y espacio, pero con algunos inconvenientes. El principal punto negativo tiene su origen en los olores. Al ser un espacio cerrado donde conviven zapatos y ropa, se corre el riesgo de que las prendas queden impregnadas. Si los metemos en cajas para contrarrestar el olor, el espacio que ocupen será mucho mayor, no estarán visibles y para cogerlos y guardarlos habrá que estar cogiendo la caja de turo, que no siempre será la que esté más cerca y a mano.

Armarios zapateros: adaptables a todos los rincones

En el mercado existen multitud de armarios zapateros de diferentes diseños, tamaños y estilos, lo que te permitirá buscar el mejor para aquella zona desaprovechada de tu casa, o para utilizar en huecos como el que queda entre dos columnas, debajo de las ventanas, o incluso zonas de paso como el recibidor.

Pero las posibilidades de estos armarios no terminan aquí. El acabado de colores y materiales permite integrarlo en todo tipo de decoraciones consiguiendo que pasen inadvertidos. Los hay que simulan ser otro mueble, que se pueden colgar en la pared, etc. Para que sean totalmente funcionales, conviene que incluyan orificios que garanticen la ventilación y eviten la humedad.

Baúl zapatero: funcionalidad y estética

Si lo que queremos es apostar por el diseño y la funcionalidad, el baúl zapatero es, sin duda, la estrella. El clásico baúl de madera encajará bien en dormitorios tradicionales, rústicos o boho chic. Si quieres que aporte calidez, una excelente solución es tapizarlo o forrarlo con la misma tela de las cortinas o la ropa de cama. Para dormitorios shabby chic, la clave está en pintarlo dando un acabado decapado que aporte esa esencia vintage con tintes románticos. Una tendencia muy usada por los amantes del Do It Yourself es decorar el baúl con la técnica de transferencias, para un zapatero personalizado según nuestros gustos.

Pero al margen del sentido estético, la funcionalidad es lo mejor de este tipo de zapateros. No sólo permiten guardar gran cantidad de calzado en las mejores condiciones y siempre con orden, sino que además nos servirá como un práctico asiento o descalzadora improvisada. Sólo tenemos que añadir un pequeño colchón o unos cojines en la tapa y listo.

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