El etileno es un gas inoloro e incoloro de origen natural que producen todas las frutas y verduras durante su proceso metabólico. Su función es ayudar en su maduración natural para que obtengan las mejores condiciones para su consumo, es decir, que adquieran un mejor olor y color, sean más sabrosas, se pongan más blandas y suaves, y pierdan los compuestos tóxicos de sus primeras fases de desarrollo.

Los efectos del etileno pueden hacer que determinadas frutas, una vez recolectadas, maduren de forma acelerada y prematura, pudiendo llegar a descomponerse y pudrirse. Algo que hay que tener en cuenta a la hora de almacenarlas en casa para salvaguardar sus propiedades el mayor tiempo posible.

¿Qué frutas desprenden etileno y cuáles son sensibles a él?

Hay frutas que desprenden etileno una vez recolectadas y otras, en cambio, que son sensibles a él. Se clasifican en dos grandes grupos:

Frutas climatéricas

Son aquellas que tras ser recolectadas siguen madurando y, por tanto, produciendo etileno. Entre ellas destacamos las siguientes:

  • Aguacate.
  • Albaricoque.
  • Arándano.
  • Chirimoya.
  • Ciruela.
  • Ciruela pasa.
  • Guayaba.
  • Higo.
  • Jitomate.
  • Kiwi.
  • Mango.
  • Manzana.
  • Maracuyá.
  • Melocotón.
  • Melón.
  • Membrillo.
  • Nectarina.
  • Papaya.
  • Pera.
  • Plátano.
  • Sandía.
  • Tomate.

Frutas no climatéricas

Son las que sólo maduran en la planta, e interrumpen su maduración una vez separadas de ella. Destacan las siguientes:

  • Cereza.
  • Frambuesa.
  • Fresa.
  • Limón.
  • Mandarina.
  • Naranja.
  • Piña.
  • Pomelo.
  • Uva.

¿Cómo elegir las frutas en la tienda?

Fuente: https://bit.ly/3jX5Jo9.

Las frutas climatéricas se pueden adquirir con cierta previsión en función de cuando tengamos previsto consumirlas. Por ejemplo, podemos comprar unas manzanas maduras si las vamos a consumir hoy, o menos maduras si son para dentro de dos días. Esto se debe a que, una vez en casa, seguirán desprendiendo etileno y, por lo tanto, madurando.

Sin embargo, las frutas no climatéricas no van a madurar más, así que hay que escoger aquellas que estén en su punto óptimo. Una vez recolectadas no mejorarán su color o sabor, sino que empezarán a marchitarse.

Cómo reducir la exposición de las frutas al gas etileno

Es recomendable seguir unas normas básicas de conservación para preservar las frutas en su mejor estado:

  • Almacena las frutas climatéricas por un lado y las no climatéricas por otro. Si se juntan, la producción de etileno de las primeras afectará a todas, haciendo que las no climatéricas presenten un proceso de envejecimiento mucho más acelerado de lo que les corresponde.
  • No metas las frutas productoras de etileno en bolsas o recipientes herméticos, ya que el efecto del gas encerrado será mucho mayor.
  • Guarda las frutas climatéricas a temperatura ambiente y las no climatéricas en la nevera.
  • Ten en cuenta que cuanto más madura o dañada esté una fruta, más etileno desprenderá. Vigila siempre los fruteros y cajones para detectar posibles piezas dañadas o en estado avanzado de maduración, y desecharlas.
  • Hay otros factores que intervienen en la conservación de la fruta. El calor, por ejemplo, acelera el proceso de maduración.

Con estos consejos y con un poco de dedicación a la organización de tu compra, no volverás a encontrar naranjas estropeadas en tu contenedor de fruta por culpa del efecto del etileno del plátano que le acompañaba. Conservar los productos frescos es mucho más fácil ahora, gracias a los frigoríficos, neveras y congeladores domésticos.

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