Lo primero que tienes que tener claro son las diferencias que hay entre confitar y escarchar fruta, ya que son procedimientos similares,  pero no iguales. Además, las frutas quedan diferentes según se confiten o escarchen.

– Fruta confitada.

Es aquélla a la que se le eliminan los azúcares, extrayendo su humedad por el proceso de cocción de la fruta en su propio almíbar. Este trabajo dura varios días. Después de este procedimiento de confitado, la fruta puede escarcharse o glasearse.

Para confitar un kilo de fruta -del mismo tipo o variada- necesitas medio litro de agua y un kilo de azúcar. Lo primero es secar muy bien la fruta y pincharla con una aguja por varios sitios para que elimine bien toda su humedad. Después, pon la fruta en remojo cambiando el agua varias veces. Transcurridos dos días, escurre la fruta y vuelve a ponerla en agua fría que debe cubrir la fruta por completo. Prepara todo para cocer, pero saca la fruta justo antes del punto de ebullición.

Añade el azúcar al agua que ha quedado y calienta de nuevo, echa otra vez la fruta y espera a que hierva. Entonces, saca la fruta y déjala reservada en un cuenco. Da un hervor al almíbar que hemos dejado en la cazuela y échalo sobre la fruta. Déjalo reposar durante un día entero.

Después de este tiempo, pasa el almíbar por un colador para echarlo en la cazuela y deja que empiece a hervir para poner la fruta dentro. Cuando el líquido vaya a empezar a hervir otra vez, retiraremos la fruta dejándola en un cuenco. Este último proceso deberemos repetirlo tantas veces como sea necesario hasta que se consuma todo el almíbar.

Una vez finalizado el proceso completo, debes dejar la fruta en un lugar donde haya calor hasta que se seque del todo.

– Fruta escarchada.

La fruta confitada, después de que este perfectamente seca puede escarcharse o glasearse al gusto para que se conserve por más tiempo, o para utilizarla en tartas, roscones o pasteles, por ejemplo, como decoración.

Glasear la fruta es cubrirla con una mezcla de azúcar y agua, mientras que escarcharla es espolvorear el azúcar por encima de la fruta ya confitada. El proceso se puede hacer con todo tipo de frutas, pero las que tienen una piel como la de la naranja y el limón, necesitan ser cocidas previamente media hora. Otros alimentos que se emplean para confitarlos y escarcharlos son la calabaza, la pera, el melocotón y las cerezas, entre otros.

Confitar y escarchar fruta son procesos laboriosos y que exigen tiempo y dedicación en la cocina, aunque no son complicados ni tienes que comprar ingredientes ni instrumentos fuera de los cotidianos. Recuerda mantener siempre todas las precauciones para disfrutar de la cocina de la forma más segura y protege tanto tu cocina como el resto de tu casa con el Seguro de Hogar MAPFRE que responda mejor a tus necesidades y estilo de vida.

LO QUE DEBES SABER…
  • Tiempo elaboración y dificultad: confitar y escarchar fruta son procesos sencillos, pero exigen, al menos, tres días de dedicación parcial.
  • Ingredientes: fruta –casi cualquier tipo de fruta y algunos otros alimentos como la calabaza son aptos para estos procesos, además  agua y azúcar.
  • Consejo: respeta y cuida los tiempos de cocción para que el efecto sea el deseado,  especialmente al cocer el almíbar que puede convertirse en caramelo.