El mármol es un material muy utilizado en la construcción y el interiorismo desde hace muchos años por sus excelentes características estéticas y su gran resistencia y durabilidad. Sin embargo, como cualquier otra roca natural, se puede ir deteriorando por la erosión y necesita un mantenimiento para lucir como el primer día. Pulir el mármol es la mejor manera de devolverle ese brillo que tenía en el momento de su instalación.

¿Cuándo es necesario pulir el mármol?

El mármol es una piedra natural metamórfica con una gran parte de componente en común con las piedras calizas. Por lo tanto, el paso del tiempo y el contacto de su superficie con pisadas o roces diarios van a afectar al acabado exterior del material.

Como ya sabemos, su principal mantenimiento consiste en pulirlo para retirar, de una manera muy sutil, la última capa de piedra, pero en función del uso que tenga que soportar el material, la periodicidad del pulido variará considerablemente.

Por ejemplo, en suelos de hospitales o centros comerciales, donde el tránsito es muy elevado y continuo, cualquier suelo de mármol necesitará ser pulido con mayor frecuencia que el del pavimento de una vivienda particular. Pero en términos generales, sería conveniente pulir el mármol al menos una vez al año, pudiendo dilatarse algo más en las viviendas con pocos habitantes y ser algo más frecuente (cada 6 meses) en espacios con un uso mucho más elevado.

Herramientas y materiales

La principal herramienta a la hora de pulir mármol es una pulidora eléctrica, y esta variará en función de la superficie en cuestión a pulir, es decir, no es lo mismo pulir el suelo entero de una vivienda que centrarse únicamente en algún mobiliario como podría ser una mesa o una encimera de cocina.

Para pulir pavimentos y grandes superficies se necesita una pulidora rotativa de suelos profesional, mientras que, para los muebles, al igual que para las esquinas de las estancias, será suficiente con una pulidora de mano, eso sí, en ambos casos, equipadas con discos especiales para pulir mármol.

En cuanto a los productos, podemos comprar directamente un producto pulidor industrial para pulir mármol o fabricarnos nosotros mismos nuestra propia mezcla natural utilizando bicarbonato y agua mineral hasta formar una pasta.

Es importante recordar, que a la hora de limpiar el mármol, no debemos nunca utilizar cualquier producto con base ácida, como podrían ser el limón, el alcohol, la lejía o el cloro, porque penetra en el poro del mármol y deja manchas difíciles de sacar.

Guía paso a paso para pulir mármol

  1. En primer lugar, debemos limpiar toda la superficie a tratar para retirar la suciedad, polvo e imperfecciones superficiales. Utilizaremos únicamente agua limpia y algún producto limpiador de suelos de mármol.
  2. A continuación, echaremos el producto pulidor directamente en el mármol y lo humedeceremos con agua.
  3. Para la primera pasada, elegiremos un disco de pulir de un grano relativamente gordo, e iremos cambiando el gramaje del disco en cada pasada, reduciendo su agresividad para que cada pasada sea más fina que la anterior.
  4. Es de vital importancia mantener la superficie húmeda en el momento de utilizar la pulidora, pero entre pasada y pasada, debemos retirar el agua con la ayuda de un paño o una fregona.
  5. También debemos tener en cuenta que, al igual que el disco pulidor, el producto que utilicemos en la primera pasada sea más grueso y agresivo que el de la segunda o tercera. El objetivo de cada pasada es ir afinando cada vez más la superficie hasta que apreciemos de nuevo el brillo natural de nuestro material.
  6. Recordamos que el movimiento natural a la hora de pulir es en forma de círculos y sin la necesidad de apretar en exceso con la máquina.
  7. Tras dos, tres o cuatro pasadas, en función del grado de deterioro que tuviese nuestra superficie, tendremos que volver a limpiar y aclarar el suelo con agua y jabón.

Las superficies de mármol no son las únicas que requieren un mantenimiento periódico para lucir impecables, cualquier elemento constructivo del hogar demanda atención y cuidado y para eso, es importante contar con Seguro de Hogar MAPFRE que nos aporte la tranquilidad y los profesionales que sean necesarios para tener nuestra casa siempre como el primer día.
 

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