Cada vez necesitamos más espacio de almacenaje en nuestros hogares y siempre recurrimos a los muebles para ocultar todas nuestras cosas de la mejor manera posible. Lo más común suele ser anclar los muebles a las paredes, ganando así el mayor espacio diáfano en el interior de cada estancia.

Bien es cierto que muchos de ellos consiguen una buena estabilidad apoyándolos simplemente por gravedad en el suelo, debido a su robustez o incluso a su forma y geometría. Sin embargo, muchos de ellos, como podrían ser las estanterías esbeltas, requieren de un plus más de seguridad que nos garanticen que no se caigan en algún momento dado por alguna circunstancia extraña como un golpe o un pequeño sismo.

Diferentes formas de anclar los muebles según sus características

En nuestras casas se juntan una amalgama de mobiliario muy dispar como pueden ser las camas y sus cabeceros, las estanterías, las cómodas, los escritorios… Todos ellos requerirán una manera distinta de proceder dependiendo de su tamaño y de su peso.

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Algunos necesitaremos poder desanclarlos de la pared para limpiarlos o para su mantenimiento, como en el caso de barnizar los muebles de madera natural. Otros, por el contrario, podrán permanecer años sin tener que moverlos, como por ejemplo los muebles de la cocina. En este caso, lo más recomendado es contar siempre con un instalador profesional que nos ayude. Su correcta colocación y aplome es realmente fundamental, por ello el Servicio de Bricolaje del Hogar de MAPFRE ofrece a sus clientes la posibilidad de contar con la asistencia de un equipo de profesionales para realizar esta tarea y muchas otras.

Además de los muebles que se apoyan en el suelo y se asisten con anclajes puntuales en las paredes, existe una gran variedad de mobiliario que va colgado directamente en la pared, como las baldas o ciertas estanterías. Pero no es el caso que vamos a explicar. Hoy nos centraremos en los que también descansan en el suelo.

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Guía paso a paso de cómo anclar un mueble a la pared

Si compramos algún mueble desmontado, siempre se incluye un manual paso a paso de cómo montarlos. Al final de estas guías se suele incluir una breve explicación de cómo anclarlos a la pared si lo deseamos. Además de incluir las piezas correspondientes que necesitaremos y en ocasiones hasta las herramientas.

Pero no siempre es así, a veces tenemos que ser nosotros mismos los que afrontemos este problema.

  • En primer lugar, dispondremos de todas las herramientas que nos harán falta: lápiz, taladro, brocas, tornillos, tacos, destornillador y un martillo. Las piezas que utilizaremos para anclar el mueble a la pared serán unas pequeñas escuadras metálicas en forma de L.

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  • Apoyaremos el mueble en el lugar elegido y colocaremos las escuadras en su lugar para poder marcar los futuros puntos de unión en la pared con la ayuda de un simple.

  • Si queremos ajustarnos al máximo a la pared, a veces se necesita recortar la parte del mueble que toca con el rodapié. Esto no es una maniobra fácil de hacer y no todos los muebles lo permiten.
  • Retiraremos el mueble para poder taladrar los agujeros en la pared. Dependiendo de la longitud del mueble, tendremos que hacer más o menos agujeros.
  • A la hora de taladrar y elegir nuestra broca y nuestro taco es fundamental conocer el material de la pared. Tendremos que utilizar los tacos tradicionales para paredes de ladrillo y tacos especiales para paredes de pladur.
  • Una vez que esté taladrada la marca que hicimos, meteremos el taco con la ayuda de un martillo hasta que esté prácticamente alineado con el plano de la pared, pudiendo sobresalir del mismo algunos milímetros.
  • Atornillaremos la escuadra con un tornillo un poco más largo que el taco que hayamos utilizado, de esta forma, el taco puede expandirse sin problema y resistir por fricción todos los esfuerzos.
  • Ahora podremos volver a colocar el mueble en su lugar y utilizando un tornillo con punta o tirafondo, roscaremos la otra parte de la escuadra al mueble con cuidado de no estropear la madera.
  • Por último, una vez que todas las escuadras estén colocadas, ajustaremos el mueble adecuadamente en su sitio y acabaremos con un último apretado de todos los tornillos.