Cuando pintamos paredes rugosas, el principal problema es que la pintura no penetra tan bien en esas rugosidades, lo que hace que queden pequeñas zonas sin pintar, con diferencias de tono y un acabado final deslucido. Porque además, esas desigualdades resaltan y sobresalen y no quedan precisamente disimuladas.

Por eso, es bueno conocer algunos trucos que harán que pintar paredes rugosas sea igual de sencillo que pintar paredes lisas. Algo que además es muy práctico, habida cuenta de la cantidad de hogares en España que todavía visten estucado o gotelé y que aunque quisieran quitarlo, no se atreven a acometer tan tediosa operación.

Dar una primera mano de imprimación

Para que esto no suceda, será preciso usar una técnica especial que, aunque hará que nos cueste más tiempo pintar la pared, mejorará el resultado.

  • Primero será necesario limpiar la pared, en las rugosidades es muy fácil que se acumule suciedad y polvo. Para ello, usaremos un cepillo de cerdas no muy duras y con un poco de agua iremos pasándolo por la pared, podemos secar el exceso de agua con un trapo para que no escurra. Dejaremos secar bien antes de continuar.
  • Si la pared es de mortero, conviene dar una primera mano de imprimación especial para cementos. Esto evitará que la pared absorba mucha pintura, además de dejar una base perfecta para el agarre posterior de la misma.
  • Para aplicar la imprimación o la primera mano de pintura usaremos una brocha redonda, intentaremos no escurrirla mucho y usarla “cargada” de pintura, esto hará que penetre bien en todos los huecos de la pared.

Técnica para pintar una pared rugosa

  • Empezaremos pintando de arriba a abajo, de esta manera, si escurre algo de pintura, como lo hará hacia abajo, terminaremos pasando la brocha por encima y extendiéndola.
  • Dejaremos secar entre 24 y 48 horas, ya que al emplear mucha pintura tendrá que secar bien.
  • Una vez seca la primera mano, utilizaremos un rodillo de lana grueso para dar una segunda mano, esto dejará un acabado más fino y cubrirá perfectamente la primera mano.

Como ves, es muy fácil pintar paredes rugosas y, aunque requiere tomar un poco más de tiempo en dar la primera mano, el resultado final obtenido no tendrá nada que envidiar al de los profesionales de la pintura. Ten en cuenta que también se puede poner papel pintado en paredes rugosas por lo que las opciones son infinitas.

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