La gran cantidad de plantillas que existe hace que podamos adaptarlas a nuestro tipo de decoración sin importar el estilo que predomine. Podemos encontrarlas tanto en grandes almacenes de bricolaje como en tiendas y almacenes de pintura, aunque también en internet, donde tenemos al alcance infinitos diseños.

Pegar las plantillas

Las plantillas suelen venir en un solo tramo autoadhesivo que hay que ir reutilizando hasta completar la cenefa de la pared. Empezaremos por una de las esquinas y, con la ayuda de un nivel, preferiblemente láser, fijaremos la plantilla a la pared asegurándonos de que queda perfectamente pegada.

Usaremos pintura sin diluir, cuanto más espesa mejor, y una brocha no muy grande. Mojaremos la brocha en la pintura y la escurriremos bien para pintar con poca carga. La técnica es ir dando pequeños golpes con la punta de la brocha lo más perpendicular a la pared posible, así será más difícil que pase la pintura por debajo de la plantilla y el dibujo se estropee. Es importante que demos varias pasadas para dejar la cenefa bien pintada, ya que cuando retiremos la plantilla será más complicado repasar la zona.

Pintar con cuidado

Intentaremos no pasarnos mucho por fuera del dibujo, pues, como tenemos que reutilizar la plantilla, es mejor no dejarla llena de pintura. Una vez haya empezado a secar la pintura podremos quitar con mucho cuidado la plantilla. Después, pasaremos un trapo para quitar el exceso de pintura y continuaremos pintando el siguiente tramo de cenefa.

Repetiremos el proceso hasta pintar la pared completa y, sobre todo, usaremos el nivel para llevar la misma altura a lo largo de la habitación.

¡Listo! Le habremos dado un toque personal a nuestra decoración y, como hay muchos tipos de plantillas, podremos usar esta técnica en varias habitaciones de la casa.

Si te han parecido interesantes estos consejos de bricolaje, nuestro boletín de canalHOGAR te da muchos más. ¡Suscríbete ahora!