Los grifos y las tomas de agua en una casa son esenciales, sobre todo en el baño en la cocina o en el jardín. Por lo general, cada aparato cuenta con su propia toma de agua, pero en algunas ocasiones, debido a la antigüedad de la instalación o a que es necesario incorporar un sanitario o electrodoméstico que necesita una nueva entrada de agua, es necesario ampliar la toma de un grifo.

Ampliar la toma de un grifo

Si tu instalación de fontanería ya tiene algunos años, es probable que al instalar un nuevo electrodoméstico en tu cocina o baño, te hayas encontrado con el inconveniente de que no cuentas con una toma de entrada de agua para el mismo.

Esto suele suceder cuando quieres instalar una lavadora en el baño, cuando quieres introducir un lavavajillas en una cocina antigua o una nueva toma de agua en tu jardín.

No te preocupes, no es necesario que cambies toda la instalación de agua de tu casa o que realices costosas obras para poder ampliar la toma de un grifo allá donde lo necesites. Lo más común, es que estas tomas sean necesarias en exteriores, cuando desde un mismo grifo de jardín sea necesario sacar varias tomas para poder conectar distintas mangueras. Te contamos paso a paso cómo puedes conseguirlo.

Pasos para ampliar una toma

Lo primero que debes hacer es dirigirte a un centro de bricolaje o a una tienda especializada en suministros de fontanería. En ellas, encontrarás distintas piezas destinadas a la realización de esta ampliación con distintos diámetros y formas para que se adapten a las necesidades concretas del espacio en el que quieres instalarlas.

Además, deberás contar con una llave inglesa y herramientas de corte para metales, ya que será necesario que realices cortes en las piezas para que éstas se adapten.

Preparados todos los elementos y para poder trabajar de forma cómoda será necesario que cierres la llave de paso del agua. Si no lo haces el grifo no dejará de expulsar agua y podrás causar problemas en la estancia en la que te encuentres trabajando.

Una vez realizado, localiza el tubo original del grifo y córtalo para poder realizar la unión. Si este es metálico, necesitarás emplear una sierra específica para este material. Ahora, toca realizar la unión. En el kit que has adquirido podrás comprobar que existe una unión en forma de T que proporciona dos salidas a una misma toma.

Para unirla, tan solo deberás introducir la base de ésta junto con las arandelas y junta tórica correspondiente en el tubo principal. Enrosca la pieza en el tubo y aprieta con la llave inglesa hasta que se encuentre correctamente fijada.

Ahora deberás fijar la nueva tubería y dirigirla hasta el lugar en el que quieres fijar el nuevo grifo. La instalación podrás hacerla de forma que más te convenga, es decir, si se trata de un grifo exterior y quieres ocultar el tubo en el suelo, deberás realizar una pequeña zanja para ello.

En el caso de que quieras colocarlo sobre la pared, deberás fijarlo a esta con unas abrazaderas y unos tornillos. En la segunda opción, será necesario que realices unos taladros en la pared para efectuar la sujeción e introduzcas unos tacos del tamaño adecuado para los tornillos de amarre.

Una vez fijado el tubo, toca instalar el nuevo grifo. Es conveniente, que llegados a este punto y con el objetivo de elevar un poco la tubería, para colocar el grifo añadas un codo al tubo. De esta forma el grifo quedará a 90 grados. Conecta el grifo al tubo con sus arandelas y su junta para evitar pérdidas de agua y apriétalo. Ahora  deberás fijar el grifo en la pared y enroscarlo correctamente.

Por último, abre la llave de paso y comprueba que todo funciona con normalidad, comprobando que no existen fugas en el sistema. Si es así, comprueba de dónde proceden y aprieta las juntas que han podido quedar flojas.

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