Lo primero que tendremos que hacer será elegir el tipo de manilla que queremos poner. Tendremos que elegir una con el mismo tipo de pomo, es decir, si es alargado y rectangular o redondo.

Una manilla del mismo tamaño

Además, deberemos tomar las medidas y elegir una manilla lo más parecida posible a la que tenemos, ya que si alguna parte de la puerta que antes estaba tapada ahora queda al descubierto, puede estar algo descolorida. En este caso, una solución sería repasar la zona con pintura o barniz del color de la puerta para disimularla, pero si la zona descolorida es muy extensa, será difícil que pase desapercibida.

Una vez elegida la manilla que vamos a colocar, pasaremos a desmontar la que ya tenemos en la puerta. Buscaremos algún pulsador, pasador o tornillo que fije la manivela o pomo y lo pulsaremos o quitaremos para retirar la manivela. En este caso, es un pulsador.

Después, quitaremos el embellecedor haciendo palanca con un destornillador plano en una muesca que debe tener.

Al quitar el embellecedor, se habrán quedado a la vista 2 tornillos que tendremos que sacar, estos suelen estar enroscados en la manilla del otro lado con unos casquillos.

Cuando lo quitemos todo, saldrá la parte de dentro y la de fuera por cada lado, dejando únicamente en la puerta el mecanismo de la cerradura.

Como veremos, no podremos colocar otro tipo de manilla que no sea una parecida a la que teníamos o una redonda de 46 mm de diámetro como mínimo, ya que, si no, quedaría a la vista parte de la caja de la cerradura.

Colocar la nueva manilla en la puerta

Pasaremos a instalar la nueva manilla. Si viene premontada, habrá que desmontar uno de los lados, como vemos en la foto. Aquí podemos observar un lado completamente ensamblado, con los casquillos de unión, el cuadradillo que se inserta en la cerradura, el otro lado desmontado y una llave que sirve para desmontar el pomo de la manilla.

Insertaremos primero la parte ensamblada en un lado de la puerta, haciendo pasar a través de la cerradura el cuadradillo y los casquillos de unión. Presentaremos el soporte del otro lado, apuntaremos los tornillos y los enroscaremos.

A continuación, insertaremos el embellecedor.

Y ya solo nos quedará poner el pomo en su sitio y colocarlo hasta que encaje la pestaña, pasador o tornillo.

De esta sencilla manera habremos cambiado una manilla dorada con un aire más clásico por otra con pomo plateado que queda más moderna. Si además quieres darle otro toque diferente siempre puedes cambiar las jambas de la puerta sin clavos, modificar las bisagras y otros detalles que darán un aspecto totalmente distinto a tu hogar.