Fabricaremos 2 modelos de cabecero, uno muy sencillo y otro un poquito más complicado, así que vamos a empezar por el fácil.

Modelo 1

Para nuestro primer cabecero usaremos, además de los materiales anteriores, 2 palets, pero no vamos a cortarlos, los usaremos enteros tal cual.

PASO 1

Los palets están hechos de madera bruta sin cepillar, así que tendremos que quitarles todas las astillas y rugosidades. Este trabajo es duro, pero muy necesario, hay que perder mucho tiempo para dejar un buen acabado. Usaremos una lijadora eléctrica con lijas de grano medio. Es recomendable usar lijas de calidad, ya que de lo contrario se desgastarán muy rápido y tendremos que usar muchas.

PASO 2

Una vez que tengamos los 2 palets sin astillas y lo más lisos posible, pasaremos a aplicar el tratamiento para madera en bruto. Si no lo aplicamos, podríamos encontrarnos con algún bicho indeseable o que lleve algún hongo de la madera. Hay que tener en cuenta que además los palets suelen almacenarse en el exterior, con lo que están muy expuestos a las inclemencias.

Aplicaremos el tratamiento con una paletina ancha, y para las partes interiores y más estrechas utilizaremos un pincel plano más fino. Una vez aplicado, dejaremos secar los palets 48 horas en un lugar seco y ventilado.

PASO 3

En este caso vamos a pintar los palets, pero este tipo de madera precisa de una imprimación previa que nos ayudará a sellarla y a que después no “chupe” mucha pintura. Además, de esta forma obtendremos una base blanca que hará que el color que apliquemos posteriormente quede mucho más vivo. Usaremos una imprimación y una pintura acrílicas (limpieza con agua) que nos facilitarán el trabajo.

La imprimación la aplicaremos sin diluir, con un rodillo de espuma y un pincel plano más ancho para las zonas más estrechas. La parte trasera de los palets no se va a ver, así que no será necesario aplicar la imprimación por esa zona, ya que no la pintaremos. Normalmente, con dar una mano es suficiente, pero si quedan zonas del color de la madera, podremos aplicar una segunda mano. Cuando tengamos los 2 palets con la imprimación aplicada, los dejaremos secar unas 8 horas antes de pasar a pintarlos.

PASO 4

A la hora de pintar, podemos usar los mismos útiles de pintura (una vez limpios) que hemos usado para aplicar la imprimación: rodillo y pincel plano pequeño. Gracias a la imprimación, seguramente con una mano de pintura será suficiente. Ya tendremos nuestros palets listos, así que los dejaremos secar 24 – 48 horas antes de meterlos en casa. Como podemos observar, al aplicar una imprimación blanca hemos obtenido un color perfecto.

PASO 5

Nuestro primer cabecero estará terminado, más sencillo imposible. Si queremos, podemos fijarlo a la pared con tacos y tornillos para mayor seguridad.

 

 

 

MATERIALES Y HERRAMIENTAS
  • -Maceta
  • -Cortafríos
  • -Palanca de encofrador para desmontar el palet
  • -Destornillador eléctrico
  • -Imprimación y pintura para el acabado
  • -Brochas y rodillos para aplicar el tratamiento y la pintura
  • -2 palets
  • -Guantes y gafas para evitar accidentes
  • -Lijadora eléctrica con lijas de grano medio
  • -Producto para tratar la madera

 

 

 

 

Modelo 2

Para nuestro siguiente modelo de cabecero usaremos también 2 palets y los materiales anteriores, pero necesitaremos más herramientas, ya que tendremos que desmontar los palets para poder sacar las maderas sueltas.

En este caso no necesitaremos la sierra de calar, la regla, el lápiz y el metro, pero los hemos incluido en la imagen por si fuera necesario hacer el cabecero más pequeño.

PASO 1

Comenzaremos desmontando los largueros y los tacos de apoyo, para ello usaremos una madera y la maceta. Golpearemos sobre los tacos poniendo la madera en medio para no dañar el palet.

Poco a poco irán saliendo los clavos hasta desmontar el larguero por completo, así que seguiremos con los otros 2 que quedan.

PASO 2

Cuando hayamos quitado los 3 largueros, comenzaremos con los clavos.

Colocaremos 2 largueros debajo del palet entre las zonas de los clavos, tal y como se ve en la imagen.

Enderezaremos los clavos con la maceta o un martillo y los golpearemos por la punta para sacarlos un poco. Es un trabajo laborioso, ya que alguno se volverá a doblar al golpearlo, pero tendremos que seguir intentándolo. Es importante dejar las tablas libres de clavos.

Una vez que estén sacadas todas las cabezas de los clavos, le daremos la vuelta al palet y, con ayuda de la palanca de encofrador o un martillo con cabeza ranurada, terminaremos de sacar los clavos.

Con un poco de esfuerzo conseguiremos tener las tablas listas. Habrá que desmontar los 2 palets.

PASO 3

Iremos poniendo las maderas en fila a distinta altura, pero las tablas de los dos extremos procuraremos que estén igualadas, ya que las usaremos como patas del cabecero. Atornillaremos una o dos tablas a lo largo (de manera horizontal) para fijar todas las tablas verticales juntas.

PASO 4

Por supuesto, una vez sujetas, repasaremos con la lijadora todas las tablas para dejar el cabecero sin astillas. Solo nos quedará aplicar el producto para madera, la imprimación y pintar igual que hemos hecho con los palets del cabecero anterior.

¡Y ya tendremos listo nuestro segundo cabecero! Si queremos que quede un poco más bajo, podemos cortarlo por debajo a la altura que queramos. Para evitar sustos nocturnos, lo fijaremos a la pared con tornillos y tacos.

 

 

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