Cada vez más, buscamos la medicina preventiva para nuestros animales. Esto es lógico, ya que no hace falta esperar a que la enfermedad manifieste sus síntomas y nuestro perro esté mal para poder tratarla. Muchas veces, con pruebas rutinarias como, por ejemplo, un chequeo completo en el que podemos hacer pruebas como una analítica, una ecografía o un análisis de orina entre otros, podemos diagnosticar enfermedades como el síndrome de Cushing en nuestra mascota.

¿En qué consiste el síndrome de Cushing?

Existe en el cerebro de los perros una parte llamada hipófisis, que produce una hormona conocida como ACTH; y también hay dos glándulas suprarrenales (encima de cada riñón), que recibirán la señal de la ACTH y producirán una sustancia que es el cortisol. De manera fisiológica, esto se regula automáticamente siempre que no haya nada alterado y los niveles de cortisol en sangre sean los adecuados. Cuando los niveles de cortisol en sangre son más altos de lo normal, debido a una alteración en el sistema endocrino anterior, hablamos de síndrome de Cushing.

Causas del síndrome de Cushing

Puede ocurrir por varias causas:

Tumor o hipertrofia de la hipófisis:

La hipófisis es la parte del cerebro que libera ACTH a las glándulas adrenales para generar cortisol. Si funciona mal por un problema tumoral, generará demasiada hormona ACTH y ésta provocará que las glándulas adrenales generen más cortisol. Esta causa es la más frecuente de Cushing en un 80 por ciento de los casos.

Problema en las glándulas adrenales:

Esto puede ocurrir si una de ellas tiene un tumor o también están hipertrofiadas, generando más cortisol de lo habitual. Ocurre en el 20 por ciento de los casos.

Cushing iatrogénico:

Cuando sin darnos cuenta, de manera exógena damos demasiados corticoides y esto puede alterar este mecanismo fisiológico de hipotálamo-hipófisis-glándulas adrenales; por eso es muy importante que siempre que nuestro perro los tome por otra patología, lo hagamos de manera bien pautada por un veterinario y nunca por nuestra cuenta.

¿Cuáles son los síntomas?

En cualquiera de los casos, cuando un perro presenta una cantidad mayor de cortisol en sangre, los síntomas serán los mismos que sufrimos cualquiera de nosotros cuando ingerimos una cantidad exagerada de corticoides. Estos son:

  • Poliuria: orina con más frecuencia.
  • Polidipsia: bebe más agua de lo normal.
  • Polifagia: come más a menudo.
  • Cansancio.
  • Jadeo excesivo.
  • Alopecias generalizadas: se le cae el pelo, sobre todo el del hocico, en la punta de orejas y el rabo.
  • Abdomen hinchado: el hígado aumenta de tamaño por el exceso de corticoide.

¿Cómo se diagnostica?

El Cushing es una enfermedad que puede afectar a cualquier raza de perro, aunque hay algunas que suelen tener más tendencia, como, por ejemplo:

  • Yorkshire terrier.
  • Caniche.
  • Bichón maltés.

Normalmente, se da en perros de más de 6 años, y puede aparecer tanto en machos como en hembras. Se trata de una enfermedad que puede dar la cara con los síntomas anteriormente descritos o puede, por ejemplo, verse en un chequeo rutinario dando pistas al veterinario en las pruebas que se hayan realizado:

  • Enzimas hepáticas aumentadas.
  • Glándulas adrenales aumentadas de tamaño en la ecografía.
  • Barro en la vesícula biliar.
  • Sedimento en la vejiga.

En ese caso, se harán pruebas de laboratorio específicas (como el Test de estimulación con ACTH, midiendo cortisol antes y después de inyectarlo), para confirmar que nuestro perro tiene efectivamente el síndrome de Cushing y poder empezar con un tratamiento cuanto antes.

¿Cómo se trata el Cushing?

En caso de ser un tumor suprarrenal, una opción es extirparlo. En la mayoría de las ocasiones, se usa como tratamiento el trilostano. Este fármaco reduce la producción de cortisol en las glándulas adrenales, por lo que reducirá los signos clínicos asociados a esta enfermedad, y también los síntomas de beber mucha agua, orinar, comer, y todos los anteriormente citados. Aun así, si tenemos una base tumoral, este medicamento no lo reducirá ni hará que desaparezca, pero el perro se encontrará mucho mejor. Es importante hacer un chequeo completo anual, sobre todo cuando el perro pasa de los 8 años, puesto que hablamos de animales geriátricos prácticamente en todas las razas. Esto hará que, gracias a la medicina preventiva, este tipo de enfermedades sean tratadas cuando antes, dando calidad de vida a nuestra mascota. Si estás pensando hacer un chequeo a tu perro, recuerda que MAPFRE cuenta con un Seguro para Mascotas, con una amplia cobertura veterinaria.