El Corgi galés se trata de una raza de tamaño pequeño, cuyo origen es Gran Bretaña. Es un perro que comúnmente puede parecer un mestizo, pero al conocer las características de esta raza sabremos distinguirlo perfectamente por la calle, aunque, hay que reconocer que, se ven bastante pocos hoy en día.
Características principales de la raza
Aunque se trata de una raza pequeña, se caracteriza por un cuerpo bastante robusto y ancho. Su cabeza se parece a la de un pequeño zorro, con orejas grandes y erguidas y las extremidades bastante cortas. No tienen apenas rabo y está completamente prohibida su amputación cuando nacen con un rabo algo más largo.
El pelo es largo y fino con distintos colores como fuego, beige y zonas blancas que coinciden en la parte inferior del cuello y la zona del rabo.
Su longitud varía entre 30-40 cm, en función de si son hembras o machos, lo mismo que su peso, variando en torno a 10-12 kg. La longevidad suele rondar en torno a los 12-14 años, dependiendo siempre de los cuidados que haya recibido y las patologías que puedan aparecer a lo largo de su vida.
Son perros inteligentes y guardianes, por lo que hay que empezar a educarles desde bien pequeños, a partir del año puede ser tarde. Si queremos llevar una convivencia con niños, lo más adecuado es comenzar con su aprendizaje cuando sea cachorro y que interaccione con ellos lo máximo posible.
¿Qué cuidados necesita?
No suelen diferir mucho de otras razas salvo en el cuidado de la piel y las enfermedades que puedan surgir. Debemos tener en cuenta lo siguiente:
Alimentación
Podemos elegir entre un pienso seco o una dieta húmeda o incluso natura, pero siempre deberemos tener en cuenta la cantidad para evitar sobrepeso. Son pequeños pero, muy anchos, por lo que tenderán a coger peso fácilmente.
Cuidados básicos
Respecto a su cuidado diario, necesitarán un baño mensual aproximadamente con champú especial para perro y tipo de pelo. Además, es preciso un cepillado diario para retirar la capa de pelo muerto y para evitar que se hagan nudos donde el pelo sea más largo.
Paseos y convivencia
A pesar de ser razas pequeñas derrochan fuerza y energía, tendremos que pasearlos a diario y varias veces, mínimo una hora, además de jugar con ellos. Es bueno que se sociabilice con otros perros y con quien queramos tengan una buena relación, por ejemplo, niños.
Esto debe hacerse desde pequeños, para que se acostumbren a los ruidos, rápidos movimientos de los pequeños y no tengamos problemas cuando sean más mayores.
Cuidados veterinarios
Como cualquier raza, necesitan acudir al veterinario mínimo 2 veces al año para así poder realizar un buen protocolo de desparasitación y vacunación, de esta manera evitaremos problemas de contagio de enfermedades víricas y parásitos. Además, hay que llevar un buen control periodontal para evitar la aparición de sarro mediante limpieza dental 2 o 3 veces por semana.
A lo largo de su existencia, el Corgi galés ha desarrollado enfermedades que afectan a sus articulaciones y a la vista, por lo que el veterinario debe tener un control y hacer pruebas para una rápida detección.
- Problemas articulares: son perros de raza pequeña, pero llegan a ser robustos y pueden sufrir problemas de espalda (a nivel lumbar) o articulares si tienen más peso del recomendado o si hacen un mal movimiento. Ejemplo de estas son la displasia de cadera y la osteoartritis, que no hay forma de evitarlas, pero si se detectan a tiempo se puede tomar las medidas necesarias cuanto antes. La forma del cuerpo también lo hace proclive a enfermedades de los discos intervertebrales.
- Control de la vista: los ojos de esta raza no se suelen librar de las cataratas o de la displasia de retina.
Otros problemas comunes en esta raza son la enfermedad de Von Willebrand y el sobrepeso, sobre todo si se ha optado por la esterilización.
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