Un hogar que cumple las normas de eficiencia energética no sólo estará contribuyendo a la sostenibilidad del medio ambiente, sino que también estará reduciendo costes sin perder calidad de vida. Si te preguntas qué puedes hacer tú, puedes utilizar como guía esta infografía de eficiencia energética en el hogar.

Motivos para ser más eficientes

Y es que cumplir esta premisa es fundamental para conseguir satisfacer las necesidades actuales sin afectar a las generaciones venideras, respetando los ecosistemas naturales y la calidad del medio ambiente. Pero sobre este tema, en España aún queda mucho por aprender.
Según el último informe RISE (Regulatory Indicators for Sustainable Energy) del Banco Mundial –que elabora un listado de países con respecto al uso de las energías y la eficiencia energética-, España ocupa el puesto 22 de los 111 países analizados.

El objetivo que Europa se había marcado para el 2020 era el “20 20 20”: Minimizar un 20 por ciento el consumo de energía de los edificios, reducir otro 20 por ciento sus emisiones de CO2 y potenciar las renovables hasta que cubran un 20 por ciento de la energía. Una meta difícil de cumplir, sobre todo teniendo en cuenta que la Agencia Internacional de la Energía (IEA) estima que dentro de veinte años, el 70 por ciento del consumo energético seguirá proviniendo de las energías convencionales, y sólo el 30 por ciento restante funcionará con renovables.

Cambiando ciertos hábitos podemos llegar a reducir el consumo energético hasta en un 50 por ciento, lo que también se verá reflejado en las facturas, sin que por ello nuestra calidad de vida se vea mermada. A continuación, te contamos cómo puedes mejorar la eficiencia energética de tu casa.

La eficiencia energética en el hogar zona por zona

  • Ahorrar en toda la casa: instala un buen aislamiento térmico en las paredes del edificio. Habrás amortizado la inversión en unos siete años y verás reducida la factura eléctrica en unos 200 euros anuales.
  • En el tejado: si tienes la opción, elige un techo de paneles solares. Además de captar la energía solar necesaria para el funcionamiento de la casa, son una reserva de energía eléctrica para cuando haya un apagón en el suministro.
  • Ahorrar en el baño: algo tan sencillo como colocar una botella dentro de la cisterna del inodoro te permitirá ahorrar hasta un cuarenta por ciento del consumo de agua. También puedes instalar reductores de caudal en la ducha y aislar las tuberías de la red de distribución de calefacción y agua caliente para conseguir que la instalación sea más eficiente.

  • En la sala de estar: evita dejar en “modo reposo” los equipos electrónicos (como televisores o equipos de sonido) cuando no estén en uso, ya que siguen consumiendo energía con un coste de unos 100 euros al año. Las bombillas incandescentes pierde energía en forma de calor. Sustitúyelas por LEDs, que consumen hasta cuatro veces menos y suponen un ahorro de unos 100 euros al año.Ten cuidado de no dejarte luces encendidas y aprovecha la luz del sol siempre que te sea posible. Por último, con el termostato evitarás los cambios bruscos de temperatura y ahorrando hasta un 13 por ciento del consumo. Regúlalo a 21ºC para disfrutar de una temperatura agradable sin derrochar energía.

  • Ahorrar en la cocina: revisa la caldera de forma periódica y sustitúyela en cuanto puedas por una más eficiente. Antes de comprar un electrodoméstico, fíjate en su etiqueta de eficiencia energética y apuesta por los de serie A. Aunque su precio es más elevado, puede llegar a consumir hasta un cincuenta por ciento menos. Además, para cualquier problema que te surja con los de gama blanca puedes contar con la reparación del Seguro de Hogar MAPFRE. Cocina con la olla a presión. Es más rápida que otros utensilios y te ahorra hasta un cincuenta por ciento de energía. Regula correctamente la temperatura de la nevera.
  • En el dormitorio: revisa la carpintería de las ventanas y si está defectuosa coloca un aislamiento térmico. El doble cristal te ayudará a reducir el uso de calefacción en invierno. Opta por ventiladores en lugar de aparatos de aire acondicionado. Pueden bajar la sensación térmica hasta cuatro grados sin consumir demasiada energía.