Tenemos que diferenciar entre los patios interiores, que normalmente son reducidos y de uso individual, y aquellos patios de vecinos que pertenecen a la comunidad, donde podemos encontrar piscinas o zonas ajardinadas y el uso es exclusivo de las personas que viven en esos bloques de pisos.

El uso privado de los patios interiores

Con este tipo nos estamos refiriendo a los pequeños patios que tienen en su casa los propietarios de los pisos de las plantas bajas. Aunque pertenezcan a una propiedad privada, los patios interiores son un bien de la comunidad y el vecino en cuestión deberá permitir el acceso a su interior a aquellos servicios que sean necesarios para el mantenimiento del edificio.

  • En el caso de que existan normas comunitarias que indiquen que dicho patio interior es de uso común, no se podrá usar como parte de la vivienda particular. Ante esta situación entra en juego una de las normas de convivencia en un patio de vecinos: sería recomendable que este asunto se aclarara con el administrador de la comunidad, ya que el vecino a quien le corresponde el uso y disfrute de ese patio, no estaría obligado a su mantenimiento y limpieza, por lo que habría que definir la persona que se encargue de esta tarea.
  • Si tienes el uso exclusivo de un patio interior, deberás saber que está prohibido que cualquier otro vecino arroje colillas a él, sacuda el polvo o cualquier otra acción que pueda ensuciar o dañar el patio. Asimismo, en el caso de que estés pensando en cerrarlo, muy atento a la Ley de Propiedad Horizontal y no te olvides de pedir permiso en una junta de vecinos.

¿Qué ocurre con el patio de vecinos de uso común?

Aunque se trate de patios más amplios donde podemos encontrar piscinas o jardines, éstos también se rigen por normas de comportamiento que se recogen tanto en los estatutos de la comunidad como en la Ley de Propiedad Horizontal.

Todos los elementos del edificio, como escaleras, portales, ascensores, instalaciones de suministros, conserjería, salidas de emergencia, etc., deben cuidarse, así como no realizar actividades que destruyan dichos elementos o molesten al resto de vecinos.

Cumplir con las normas de convivencia en un patio de vecinos es una tarea que nos incumbe a todos. Para evitar posibles problemas de información, lo más recomendable es colgar carteles que indiquen dichas normas para que todos los vecinos estén al tanto de lo que no se puede hacer.

A pesar de tener en cuenta todas las normas de convivencia, los problemas pueden surgir por cualquier asunto. Para solucionarlo de la mejor manera posible, es recomendable contar con un Seguro para Comunidades de Propietarios que ofrezca un servicio de orientación jurídica.