A veces, resulta un tanto confusa la ingente variedad de trámites y documentos técnicos que se requieren para llevar a cabo cualquier tipo de obra, desde licencias de obra mayor, obra menor, declaraciones responsables y las famosas memorias valoradas.

¿Qué es una Memoria Valorada?

Una memoria valorada es un documento técnico que suelen demandar los ayuntamientos o los organismos de control pertinentes de tu localidad para poder realizar ciertos tipos de obras o actuaciones en una vivienda, un local comercial, una oficina o cualquier otro tipo de edificación, tanto para actuaciones de interior como de exterior.

En algunas ocasiones, este término podemos encontrarlo redactado como memoria técnica o documento técnico, pero realmente se trata del mismo documento.

Por regla general, las actuaciones que podemos realizar con una memoria valorada suelen ser reformas de escasa entidad y obras menores que no requieran de la solicitud de licencia tradicional, pero que no supongan un cambio en el uso, una ampliación de volumen o cambios en la envolvente como modificaciones de fachada y cambios de los huecos y ventanas exteriores.

Hoy en día, este tipo de trámites mediante memorias valoradas se gestionan a través de lo que se conoce como “Declaración Responsable”, es decir, tendremos que rellenar un formulario que podremos encontrar en la página web del ayuntamiento en el que será necesario identificarse y declarar responsablemente que tenemos en nuestro poder todos los documentos necesarios para llevar a cabo la obra que queramos hacer.

Estos trámites son bastante más ágiles desde el punto de vista administrativo, ya que no están sujetos a una inspección previa por parte de los técnicos municipales y por lo tanto, podremos dar comienzo a la obra de manera casi inmediata.

Sin embargo, siempre es posible que, de manera aleatoria, nuestro expediente sea objeto de una revisión por parte de la administración y, por lo tanto, emita algún tipo de informe para solicitar cualquier tipo de cambio o circunstancia que consideren.

Documentos y contenido mínimo de una memoria valorada.

En términos generales, las memorias valoradas están consideradas como documentos menores y los requisitos de los contenidos mínimos suelen ser algo más laxos, pero, por lo general, siempre es necesario:

  • Una memoria descriptiva y escrita de las obras o actuaciones a realizar.
  • Una justificación de su correcta adecuación a las normativas urbanísticas de la zona.
  • Cuadros de superficies en metros cuadrados útiles y construidos.
  • Un resumen de presupuesto que recoja todo lo que se pretenda ejecutar.
  • Planimetría: será necesario aportar varios planos en los que se recojan, al menos, los siguientes puntos:
  • Situación y emplazamiento.
  • Planos de planta del estado actual, así como alzados y secciones si fuese necesarios.
  • Planos de actuaciones a realizar.
  • Planos del estado reformado incluyendo cotas y superficies.

Es posible que, para la correcta ejecución de la obra, las empresas constructoras demanden algunos planos extras como podrían ser los planos de instalaciones de fontanería, electricidad o climatización, pero por lo general, este tipo de información no es necesario incorporarla en la memoria valorada.

Para qué se utiliza una memoria valorada

Como ya hemos comentado, las memorias valoradas se utilizan para solicitar licencias para ejecutar obras menores pero que requieran, al menos, de la intervención de un técnico. Estas obras suelen ser reformas interiores que suponen un cambio de distribución de sus estancias, es decir, el derribo y la construcción de nuevos tabiques. El resto de obras menores como la sustitución de alicatados, pinturas o cambios de pavimento, no precisan de ningún tipo de documento técnico.

Cuáles son los técnicos competentes para redactar una memoria valorada

Al tratarse de un documento de escasa entidad, existen varios técnicos que son competentes para redactarlas, pero los más habituales son los arquitectos, arquitectos técnicos y los ingenieros, dejando fuera de este grupo a los interioristas y decoradores.

Posibles costes de una memoria valorada

En cuanto a los honorarios técnicos para elaborar estos documentos, hay que tener en cuenta que hoy en día no existen tarifas obligatorias, así que, cada profesional es libre para establecer sus costes. Sin embargo, podríamos decir que las memorias valoradas son los documentos más económicos que suelen hacer los arquitectos.

Su precio puede variar notablemente en función del nivel de detalle que requiera el cliente, del tamaño del inmueble y del alcance la obra, pero por lo general, si sólo necesitamos la información mínima para solicitar licencia, el precio de las memorias valoradas puede rondar los 500 – 1000 €.

Si estás pensando en realizar algún tipo de obra en tu hogar, se vuelve más que recomendable contar con un Seguro de Hogar MAPFRE para todas aquellas posibles incidencias o desperfectos que puedan surgir a lo largo del proceso.

 

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