Los aires acondicionados permiten refrescar la casa en pocos minutos, pero el coste económico y energético hace que nos lo pensemos mucho antes de ponerlos en marcha. Para hacer que nuestra casa siga manteniendo su eficiencia energética también en verano, te damos varios trucos sencillos y naturales para saber cómo refrescar la casa y repeler el calor del interior de nuestra vivienda.

Cómo refrescar la casa

  • Fregar el suelo: dentro de casa, utiliza agua muy fría y escurre poco la fregona, para que el suelo quede más húmedo de lo normal. En el exterior, sigue este mismo proceso pero a última hora de la tarde, para impedir que el sol evapore el agua y la transforme en bolsas de calor. Puedes utilizar este mismo método para regar la fachada de tu casa, pero siempre en las últimas horas del día.
  • Poner barreras al sol: los sistemas tradicionales son los más sencillos y, al mismo tiempo, los más eficaces. Algo tan simple como usar toldos, persianas o cortinas puede hacer que la temperatura de nuestra casa baje unos cuantos grados. Lo ideal es mantener todas las estancias prácticamente en penumbra en las horas de más calor. Para ello, usa toldos y cortinas de materiales ligeros y colores claros.
  • Ventiladores: la alternativa barata a los aires acondicionados son los ventiladores, que proporcionan una sensación de tres o cuatro grados menos. Pero ojo, es solo eso: una sensación térmica. Cuando ponemos un ventilador enfocando hacia nosotros lo que hace es reemplazar la humedad de nuestro sudor por aire seco, lo que nos hace sentir más frescos. Pero en realidad la temperatura no ha descendido ni un solo grado.

  • Crear corrientes de aire: este sistema es todo un arte. Cuando hace calor, si abrimos todas las ventanas lo único que conseguimos es llenar las estancias del aire cálido de fuera. Para evitarlo, hay que abrir de par en par las ventanas por las que queremos que salga el aire, que lo ideal es que sean las que dan a la calle, ya que el movimiento de aire es mayor. Las ventanas de los patios interiores servirán como vías de entrada, y éstas hay que dejarlas ligeramente abiertas.
  • Láminas solares para los cristales: este tipo de láminas reflejan el calor y reducen hasta un 82 por ciento el deslumbramiento, lo que hace que la temperatura interior se mantenga estable. Para instalarlas no se necesita quitar el cristal, y las hay de una gran variedad de presupuestos.
  • Plantas: además de ser un adorno natural que embellece cualquier estancia, las plantas refrescan la casa. Lo mejor es elegir trepadoras, como la hiedra, y colocarlas en aquella pared que reciba más intensamente los rayos del sol. Así, actuarán de barrera evitando que el calor penetre en el hogar.

  • Usar pocos electrodomésticos: el horno, el secador de pelo, el lavavajillas o la televisión son algunos de los electrodomésticos que emiten grandes dosis de calor durante su uso. Limitarlos a lo meramente imprescindible nos ayudará a refrescar la casa.
  • Usar colores claros: Que el blanco sea el color predominante en las fachadas de las casas de las zonas más cálidas de España no es ninguna casualidad. Este tono tiene el poder de reflejar el calor y, por lo tanto, repelerlo. Para beneficiarte de su ayuda no hace falta que pintes la fachada, pero sí que utilices en blanco y los neutros en los textiles del hogar. Y si tienes pensado redecorar las paredes de tu casa, apuesta al blanco y acertarás.
  • Tejidos ligeros: el lino, el algodón fino o la gasa son los textiles más indicados para usar en verano. Utilízalos en cortinas, sábanas y cojines, pero también para recubrir el sofá durante la época estival.

Refrescar la casa no tiene por qué ser caro ni complicado si seguimos unas pautas determinadas. Pero también es aconsejable refrescar el organismo y mantenerlo siempre bien hidratado. En cualquier caso, el Seguro de MAPFRE Salud nos ayuda a mantener siempre el tono vital gracias a su completa asistencia médica.