Quitar el hielo con sal es una práctica muy extendida en España, pero sin embargo está prohibida en otras ciudades del mundo más acostumbradas a las bajas temperaturas durante el invierno. Existen alternativas más recomendables que pueden ayudarte a conseguir mantener tu entrada libre de hielo para evitar que se conviertan en una pista de patinaje.

Cómo eliminar la nieve y el hielo de tu casa

Existen multitud de técnicas destinadas a la eliminación de la nieve y el hielo en tu hogar con el objetivo de evitar accidentes peligrosos debidos a un resbalón. En España, el método más utilizado tanto en el ámbito público como en el privado es la sal, pero no es el más recomendable. ¡Te hablamos de la sal y de otras dos técnicas!

Palas

La mejor forma de eliminar la nieve de cualquier superficie es la utilización de una pala. El trabajo será mayor, pero con ella evitarás arrojar productos al suelo que puedan dañar su composición y que puedan ser nocivos para los animales y plantas que habitan en ellos.

Con tu pala no eliminarás el hielo, sino la nieve que con las bajas temperaturas acabará convirtiéndose en una resbaladiza superficie. Se trata de una acción preventiva para poder evitar que la acumulación durante una nevada se convierta en un problema mayor.

Arena

Una de las principales alternativas al uso de sal y de productos químicos para propiciar el deshielo de superficies, es la arena. Se trata de un elemento relativamente sencillo de conseguir, aunque su precio es mucho más elevado que el de la sal. Al depositarla sobre cualquier superficie, lograrás mejor tracción, tanto de tu calzado como de tu coche si tienes que meter o sacar tu vehículo del garaje y la rampa está helada. La grava y la arena, consiguen que el acceso sea mucho menos peligroso para personas y automóviles.

Por otro lado, el principal problema del uso de arena es que su eliminación posterior es complicada y requerirá de más tiempo de limpieza de tus caminos de acceso a casa y al garaje. Además, durante el deshielo o la lluvia, esta se desplazará hasta tus desagües pudiendo provocar atascos en las tuberías de tu hogar.

La sal

Es la forma más utilizada en España para poder derretir la nieve y el hielo que se acumula en las aceras o accesos a garajes y edificios. Su principal ventaja es que este mineral es sencillo de usar y sobre todo muy barato. Su efecto es rápido y ayuda a evitar accidentes innecesarios debidos a un resbalón.

Pero, la sal también tiene muchas desventajas, ya que no es todo lo respetuosa con el medio ambiente como debería ser. La sal contiene ingredientes que modifican las propiedades minerales del suelo, es por ello que la sal puede afectar a las plantas y hacer que su absorción de agua se vea reducidaPero no solo es peligrosa para las plantas, también puede ser peligrosa para aquellos animales que se alimentan de los vegetales que han crecido en este suelo que ha sido rociado con una buena cantidad de sal debido a que aumenta su concentración de este material.

La sal es muy corrosiva y es capaz de oxidar las superficies metálicas, por ello, es especialmente dañina para los coches que circulan por carreteras que han sido tratadas con cloruro sódico. Es recomendable, si has viajado con tu vehículo por pistas en las que se había aplicado sal, que lo laves concienzudamente al llegar a tu destino para evitar que la sal pueda dañar tu automóvil. Además de a tu coche, el poder corrosivo del cloruro sódico afectará a las baldosas, superficies de piedra y madera de tu casa.  En algunas ciudades del norte de Europa como en Berlín, el uso de la sal para disolver el hielo y la nieve está prohibido, por lo que sus ciudadanos deben recurrir a otros métodos alternativos.