Como cualquier otro material, el gres también necesita un buen mantenimiento para no parecer deslucido con el paso del tiempo. Vamos a darte unos consejos para limpiar estos suelos tras su colocación.

Primera limpieza

Para limpiar los suelos de gres tras su montaje y los posibles restos que hayan podido quedar, debemos utilizar ácido clorhídrico o muriático que podremos encontrar en ferreterías. Este producto hay que aplicarlo diluido al 10%, es decir, se mezcla un 90% de agua y un 10% de ácido. Con esto será más fácil eliminar cualquier residuo de adhesivo del suelo.

Si tenemos en casa aguafuerte o salfumán, también podemos utilizar estos productos rebajados con agua para limpiar el suelo, pero siempre siguiendo las recomendaciones del envase, ya que resultan bastante tóxicos. En el caso de que el suelo de gres tenga manchas de pintura, utilizaremos un decapante.

Una vez terminada esta primera limpieza de suelos de gres, el mantenimiento de este tipo de suelo, que puede ser esmaltado, porcelánico o rústico, es sencillo.

Cómo mantener los suelos de gres

Para un correcto mantenimiento de los suelos de gres, debemos procurar que los muebles que tengamos colocados encima lleven deslizadores de fieltro para que no estropeen el suelo, ya que pueden dejar marcas. Debemos seleccionar productos no abrasivos, porque terminan por comerse el brillo natural de la baldosa. Utilizaremos, por tanto, solo productos jabonosos neutros.

Si el suelo de gres tiene manchas de humedad pasaremos un trapo húmedo con lejía. Si las manchas son de grasa, limpiaremos con una mezcla de agua y quitagrasas, o en su defecto con un chorro de amoniaco o vinagre. Para restos de cera, utilizaremos una rasqueta en seco y después frotaremos con vinagre caliente.

El gres catalán o de barro es un suelo muy poroso y delicado, así que usaremos una mezcla de aceite de linaza cocido y esencia de trementina a partes iguales, que calentaremos al baño María y aplicaremos con un trapo o mopa. Una vez seco, aplicaremos un protector para este tipo de suelo.

Las juntas, si podemos elegir, las pondremos en un color oscuro para evitar que con el tiempo vayan oscureciéndose. En cualquier caso, la lejía y un cepillo de dientes dan muy buenos resultados para blanquearlas.

Si tus suelos de gres sufrieran algún daño por agua o por rotura de algún cristal por ejemplo, no sería suficiente con aplicar los anteriores consejos sobre cómo limpiar un suelo de gres, sino que necesitarás un seguro de hogar que te cubra este tipo de imperfectos.