El vino es un excelente acompañante de todo tipo de comidas, pero su utilidad va mucho más allá de la tradicional forma de consumirlo. Descubre 3 usos del vino que nunca hubieras imaginado.

Otros usos del vino

Usar el vino como tinte

Si las manchas de vino son difíciles de eliminar (pero no imposibles, aquí te lo contamos), ¿por qué no usarlo como tinte para la ropa? Eso es lo que debieron de pensar nuestros antepasados cuando decidieron usar este caldo como componente del tinte para la ropa. En la actualidad, todavía quedan amantes de las actividades artesanales que lo usan para teñir telas de algodón. Para ello, mezclan vino tinto con zumo de frutos rojos, lo ponen a calentar y sumergen la prenda en el líquido.

Pero no todo queda en la ropa: los vinos más intensos sirven para mejorar el aspecto de los zapatos de color rojo oscuro, morado o burdeos. Los restaura al instante. Y también son perfectos como tinte capilar. Si tu cabello es castaño oscuro o negro, después de lavarte el pelo añade al último enjuague un vaso de vino tinto, déjalo actuar dos minutos, y retira el exceso con abundante agua. Tu pelo quedará brillante y con un color más intenso.

Usar el vino como desinfectante

El alcohol que contiene el vino actúa como un potente desinfectante natural que, además de limpiar, protege el medio ambiente y no contiene ingredientes nocivos para la salud. Tiene múltiples aplicaciones en la limpieza de la casa:

  • Cristales. Tan solo hay que diluir el vino en agua e introducir la mezcla en un recipiente con pulverizador. Ya está listo para usar sobre ventanas o espejos. Para finalizar, pasa un papel de periódico arrugado hasta que la superficie quede limpia y seca.
  • Frutas y verduras. Existen diversos estudios que demuestran que el vino contiene sustancias capaces de aniquilar determinados gérmenes, como la salmonella o la escherichia coli. Por eso, es un excelente desinfectante para disolver la suciedad que hay en el exterior de frutas y verduras.
  • Cocina. No existe ningún otro desinfectante natural para la limpieza de la cocina mejor que el vino. Eso sí, tiene que ser blanco y seco para no dejar residuos. Pero cuidado, porque no se puede usar en encimeras de granito.
  • Garaje. La única forma de eliminar por completo las grandes manchas de aceite que deja el coche sobre el suelo del garaje es aplicando una capa generosa de vino antes de proceder a la limpieza habitual. Los ácidos presentes en este líquido serán los que se encarguen de hacer desaparecer la mancha.
  • Manchas de vino. ¿El vino con vino se quita? Sí, pero para ello tiene que ser una mancha de vino tinto y solo se puede usar vino blanco para limpiarla. Después, se aplica un trapo seco para absorber los excesos, y se mete en la lavadora.

El vino en la belleza y la salud

Las uvas tienen múltiples propiedades que ejercen un efecto regenerativo, relajante o antioxidante, ayudando a combatir el envejecimiento. Desde tiempos inmemorables el ser humano ha sabido aprovechar estas virtudes y las han llevado al campo de la belleza y al cuidado de la salud. En la actualidad, existen infinidad de terapias que tienen el vino como protagonista.

Una de ellas es la vinoterapia, nacida en la década de los noventa en las colinas de Burdeos, una de las zonas vitivinícolas más importantes de Europa. Allí surgió el primer spa que aunaba la técnica del masaje con la aplicación por vía externa del vino con el objetivo de suavizar la piel y mejorar el funcionamiento del sistema circulatorio. Se usa el caldo, pero también las semillas de uva trituradas como exfoliante, y la piel como mascarilla con efectos tonificadores.

Una de las novedades de los últimos años son las wine swimming pools, unas piscinas llenas de mosto en las que el cliente puede zambullirse para mejorar el aspecto de su piel y tonificarla.

En casa, podemos usar champús, mascarillas, aceites para la piel, exfoliantes, etc. que contengan vino entre sus ingredientes, o seguir fórmulas caseras. Por ejemplo, añadir un vaso en el agua del baño proporciona esa acción rejuvenecedora sobre la piel; o una miga de pan embebida en vino ayuda a cicatrizar antes una herida.