El sistema de calefacción de nuestro hogar es esencial para lograr el máximo confort. Existen multitud de métodos como pueden ser las calderas de combustión (gas y gasoil) y otras como las chimeneas o estufas que aportan gran eficiencia calórica en los días más fríos. El principal problema de las segundas son los accidentes que podemos sufrir al acercarnos a ellas, sobre todo, si hay niños pequeños en casa.

Te contamos cómo elegir un protector para chimeneas.

Qué es un protector de chimenea

Los niños pequeños se mueven por todas partes, juegan y descubren, por lo que tocarán todo aquello que esté a su alrededor. Cuando en nuestro hogar disponemos de un sistema de calefacción basado en una estufa o una chimenea, debemos tener un cuidado máximo a la hora de evitar que nuestros hijos se acerquen a ellas.

Las chimeneas son elementos decorativos y de calefacción que te ayudarán a conseguir un confort óptimo en cualquier estancia, pero su principal problema es que pueden provocar también accidentes. Para evitarlos, nada mejor que decantarse por un protector.

En protector para chimeneas es una valla metálica que evita el acercamiento a la fuente de calor. Colocada alrededor de la chimenea, evitarás que tus hijos puedan quemarse, sin perder poder calorífico. Dicho de otro modo, podrás disfrutar de la mejor temperatura sin peligro para los más pequeños de la casa.

Características de los protectores de chimenea

Estas vallas diseñadas especialmente para proteger a los niños del fuego, cuentan con diferentes alturas para que puedas seleccionar aquella que más te interese. Recuerda que la altura siempre debe ser suficiente para evitar que el niño se suba a ella y consiga acceder al perímetro de la chimenea por encima del elemento protector.

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El protector debe ser lo suficiente amplio para cubrir toda la superficie de la chimenea, es decir, debes procurar que no exista ningún hueco por los laterales por donde el bebé pueda acceder a la estufa. Para evitar problemas en este sentido, muchos modelos incluyen sistemas de fijación a la pared, de esta manera, conseguirás que no existan huecos por los que pueda escabullirse y estarás tranquilo ya que la vaya no se moverá del lugar en la que la hayas colocado.

Los protectores para chimenea están fabricados, por norma general, en materiales ligeros pero resistentes. Así se garantiza que un adulto pueda manejarla de forma sencilla, pero a la vez se evita que esta se deforme por las altas temperaturas a la que está sometida.

Las vallas fabricadas con una combinación de materiales plásticos y metálicos ayudan a conseguir los mejores resultados evitando que el bebé pueda sufrir cualquier accidente al tocarlas.

Como ves, proteger a los más pequeños de los peligros de una chimenea es muy sencillo. Con este elemento lograrás estar más tranquilo y disfrutar al máximo de tu casa y tu familia, algo que podrás complementar contratando el Seguro de Hogar MAPFRE.

¿Qué ventajas tienen?

Usar protectores de chimeneas tiene una serie de ventajas, no solo para los niños, sino también para tu hogar. Estas son las más relevantes:

  • Protege contra posibles incendios. Hace que las chispas que puedan proceder de la chimenea no vayan más allá evitando que estas entren en contacto con materiales inflamables.
  • Son fáciles de instalar y de ajustar para cubrir por completo la chimenea.
  • Se limpian muy fácilmente: tan solo necesitarás un paño húmedo para eliminar los restos que se hayan podido acumular en ellas.
  • No ocupan espacio: la mayoría de los modelos son desmontables y plegables, por lo que podrás guardarlas fácilmente cuando no las necesites.
  • Son decorativas: muchas de ellas disponen de elementos decorativos para que puedan adaptarse a cualquier estancia. De esta manera conseguirás integrarlas mucho mejor en tu hogar.