Los niños pueden mojar la cama por diferentes razones. En la mayoría de los casos, ocurre cuando el pequeño está en pleno proceso de dejar el pañal, pero hay otras ocasiones en las que el niño ya tiene una edad en la que debería haber pasado por este proceso.

La enuresis nocturna es el término médico que define la incontinencia urinaria que afecta a los peques durante la noche, y puede ser más común de lo que se suele imaginar.

A veces, es tan solo una fase que acaba pasando por sí misma, pero en todo momento, los padres pueden brindarle apoyo a sus hijos para que aprendan a controlar este impulso.

Por qué los niños se orinan en la cama

La gran mayoría de los niños consiguen controlar la micción durante el sueño en un rango de edad entre los 3 y los 8 años, cada uno madurando a su propio ritmo. Sin embargo, hay niños a los que les puede costar algo más de tiempo, e incluso pasar por un episodio de mojar la cama cuando ya parecía que tenía total control de sus esfínteres.

Las causas pueden ser muy variadas, y aunque en muchos casos no se llega a saber el motivo exacto, pueden estar relacionadas con estos problemas:

  • Falta de maduración en el control de los esfínteres.
  • Vejiga pequeña o poco desarrollada.
  • Sueño pesado que no permite que el niño se despierte cuando tiene ganas de orinar.
  • Pesadillas nocturnas.
  • Enfermedades asociadas y otros problemas médicos.

Cómo dejar de mojar la cama

Sea cuál sea el motivo por el que tu hijo sigue mojando la cama, hay algunos tips que puedes poner en práctica para evitar que se convierta en un problema recurrente.

Ármate de paciencia para poder afrontar esta etapa prestándole a tu pequeño toda la ayuda que necesita, y ya verás como con un poco de esfuerzo pronto dejaréis atrás los episodios de enuresis.

Funda a prueba de agua

Todos aprendemos a base de practicar, y si queremos que un niño deje el pañal, espera a que tu hijo esté preparado para hacerlo, comenzando a retirarlo durante el día, y cuando él se sienta listo, también por la noche.

Es normal que en estas primeras etapas pueda escaparse algo de pipí durante el sueño, a la gran mayoría de niños les pasa.

A falta de pañales, las fundas protectoras para el colchón pueden ser vuestra mejor herramienta. Colócala sobre el colchón y bajo las sábanas para que el pis no cale cuando haya alguna pequeña fuga.

No te olvides de dejar a mano durante la noche un pijama y sábanas de repuesto por si fuera necesario hacer un cambio urgente.

Rutina de sueño

Establece una rutina de sueño para que el niño aprenda a controlar mejor sus esfínteres. Si aún sigue durmiendo siesta, lo mejor es ceñirse a un horario concreto, para que por la noche pueda dormir sin que la calidad del sueño se vea afectada.

Sigue también un horario para la cena, dejando un tiempo de margen antes de irse a la cama, por ejemplo para leer un cuento. El niño deberá cumplir el horario para ir a dormir y levantarse cada mañana, al menos durante esta etapa en la que está aprendiendo a no mojar la cama.

Una vez que el peque haya logrado un control sobre sus esfínteres, los horarios podrán ser un poco menos flexibles.

Controlar lo que bebe el niño antes de ir a la cama

Beber demasiado líquido antes de irse a la cama puede ser un problema durante la noche. Nos pasa también a los adultos, pero los niños tienen el añadido de que sus vejigas son aún más pequeñas, y están aprendiendo a controlarlas.

Evita que vuelva a beber en el tramo de tiempo antes de irse a la cama. Cuanto menos líquido tome, menos orina producirá durante la noche, y no habrá riesgo de que no pueda aguantar el pipí hasta que se despierte.

Recuérdale que siempre antes de ir a la cama hay que hacer pis, para que la vejiga esté lo más vacía posible y no dé problemas.

Premiar, no castigar

El último tip que nos dan los expertos en puericultura y educación infantil es tomárselo con paciencia, y nunca castigar al niño cuando tenga un accidente nocturno. Ellos no tienen la culpa, están aprendiendo, y si reprendemos a un niño por mojar la cama, lo único que estamos haciendo es culpabilizarle y aumentar la presión que siente por conseguir su objetivo.

En todo caso, el refuerzo positivo puede ser nuestra mejor baza, según nos indican las técnicas de inteligencia emocional. Felicitar a un niño cuando ha pasado una noche completa sin hacerse pis puede animarle a seguir trabajando en ello.

Basta con que tengas algunas palabras de apoyo cuando el peque se está esforzando por seguir un horario y poner en práctica las pautas establecidas. Poco a poco lo irá logrando por sí mismo.

A medida que el niño crece, si aún no ha conseguido dejar de mojar la cama, el apoyo de los padres y crear un buen ambiente en familia se vuelven más y más importantes para él.

Solo en caso necesario podéis acudir al médico o a un experto, para tomar medidas más drásticas antes problemas severos, como es el uso de medicamentos o alarmas anti-humedad para tratar la enuresis infantil.