Si tienes la suerte de disponer de una piscina particular puedes disfrutar de un lugar donde refrescarte y hacer ejercicio. Este tipo de instalación es especialmente atractiva en verano, donde las altas temperaturas del ambiente invitan a entrar en el agua. Sin embargo, en las primeras semanas de este periodo, el agua suele estar demasiado fría como para disfrutar la piscina completamente.

Calentar el agua de la piscina y velar por su limpieza serán las primeras labores que tendrás que realizar antes de usarla regularmente. Será más complicado conseguir un ambiente agradable si la piscina es grande o si está instalada en un lugar en la sombra. Sin embargo, eso no significa que no puedas disfrutarla con la temperatura idónea.

Calentador solar para piscinas

Este método sirve para atrapar el calor diurno y descargarlo en la piscina. Utiliza una especie de manguera recubierta de un color oscuro y fabricada con un material resistente a la luz para hacer pasar el líquido e ir calentándolo poco a poco. El agua de la piscina pasará a través de dicho compartimento calentándose y, tras pasar un filtro, regresará a la instalación con una temperatura más elevada de la que tenía inicialmente.

Entre sus ventajas destacan su fácil instalación y su respeto por la naturaleza. Sin embargo, su funcionamiento depende de la climatología, por lo que puede ser desaconsejable en lugares poco soleados.

Calefacción de gas para piscinas

El mecanismo utiliza el combustible fósil para conseguir una elevada temperatura que caliente el agua cuando pase a través de él. Un filtro y una bomba que empuja el agua son otros de los elementos necesarios para hacer que esta alternativa rinda al máximo. Debe estar situado a unos metros de la piscina.

Permite que el agua se caliente independientemente de la situación meteorológica. Es recomendable solo si se dispone de calefacción de gas en la vivienda, pues en caso contrario no compensa su coste de instalación.

Calefacción con bomba de calor

Esta técnica es relativamente moderna y es una de las más usadas en la actualidad. Funciona gracias a un dispositivo que absorbe y transfiere el calor del aire al agua de la piscina. El mecanismo es muy similar al que, de los aires acondicionados, pero usándolo de manera contraria.

Destaca por ser un método muy eficiente y ser la forma más rápida de calentar una piscina y lograr mayores temperaturas. Por otro lado, también hay que considerar que su precio es más elevado que otras alternativas.

Manta térmica

Usando como referencia los invernaderos, esta técnica consiste en cubrir la superficie de la piscina con un plástico transparente que recoja los rayos de sol y no los deje salir, haciendo de este modo que el calor se vaya almacenando en el agua. Es totalmente ecológico y permite evitar además la caída de impurezas.

Gracias a esta técnica no solamente calentarás el agua de tu piscina, sino que además puedes usarla para mantener la temperatura ideal cuando cae la noche. Al no usar ningún tipo de motor, no es necesario gastar dinero en combustible. Entre sus desventajas encontramos que este método no logrará elevar la temperatura más allá de cuatro a seis grados, por lo que si necesitamos que el calor sea mayor, deberemos usar otro método.

Como habrás podido comprobar, existen varios métodos que responde a cómo calentar el agua de la piscina. El presupuesto del que se disponga, el lugar donde esté ubicada la piscina y su tamaño serán las variables que determinen cuál es el más idóneo. No olvides asegurar tu piscina y tu casa con el Seguro de Hogar MAPFRE y de este modo estar cubierto ante cualquier eventualidad.