Después de haber estado relegadas al olvido, las abrazaderas para cortinas vuelven a situarse en el top de la decoración. Si antes eran sinónimo de un estilo barroco y anticuado, ahora brindan calidez y modernidad a todo tipo de espacios gracias a sus renovadas líneas y a sus variadísimos diseños. ¿Lo último? Prescindir de los alzapaños y dejar que la cortina caiga libremente sin más artificio que las abrazaderas.

Si quieres sumar este plus a la decoración de tus cortinas, no te pierdas estos consejos.

¿Qué es una abrazadera para cortinas?

A menudo, se suele confundir el término alzapaños con abrazadera. Los primeros son piezas rígidas elaboradas, normalmente, en madera, bronce, forja o cromo, que se fijan en la pared para sujetar las cortinas mediante cordones o cintas.

Las abrazaderas, en cambio, son esas cintas o cordones que sujetan la propia cortina, y que se pueden usar junto con el alzapaños, o no.

¿Por qué usarlas?

Las abrazaderas son un elemento de sujeción que ayuda a mantener la cortina plegada, sin estropearlas, permitiendo que entre toda la luz posible a la habitación. Además, evitan que las corrientes de aire las muevan de su sitio.

Por otra parte, cumplen una función estética muy definida, ya que confieren mayor volumen a las caídas. Y se pueden encontrar en tantos materiales, acabados y colores que no será difícil elegir la que mejor se adapte a cada espacio.

¿Qué tipos hay?

Como decimos, el mercado de abrazaderas se ha actualizado completamente y, hoy en día, es posible encontrar tantos tipos y diseños como gustos.

  • Abrazaderas fabricadas con la misma tela de las caídas.
  • De pasamanería de cordón y borla.
  • Cordones terminados en flecos o atrapasueños.
  • Figuras de croché.
  • Abrazaderas de organza y tafetán.
  • Abrazaderas metálicas con enganche de imán.
  • Abrazaderas con pasador.

Estos son solo algunos de los modelos que puedes encontrar. Las posibilidades son infinitas, sobre todo si tenemos en cuenta que este accesorio se puede hacer fácilmente en casa con restos de abalorios o retales.

¿Cuáles elegir?

Para acertar con las abrazaderas que pongas en las cortinas, primero debes buscar aquellas que combinen de forma precisa con lo que quieres proyectar en la habitación, bien sea un estilo, una gama de colores o el tipo de habitación (por ejemplo, un cuarto infantil).

Si quieres crear un ambiente cásico, opta por abrazaderas hechas con la misma tela de las caídas, o por cordones con borlas.

Para uno más moderno, las formas sencillas son las más adecuadas, y también las abrazaderas hechas con una tela que no sea igual que la de las cortinas, pero que contenga los mismos colores.

Si lo que buscas es un ambiente boho chic, elige abrazaderas de flecos, hechas con retales, con colgantes atrapasueños o con pedrería.

Para cuartos infantiles, los muñecos hechos con croché son una buena opción.

En los espacios nórdicos, encajan muy bien las abrazaderas de borlas.

O las de colgantes con figuras de fieltro en colores neutros.

Aplica tu creatividad sin miedo. En este accesorio se pueden cometer excesos, pero siempre con buen gusto.

¿Cómo colocarlas?

Las abrazaderas se suelen colocar en dobles cortinas, en combinaciones de caída y visillo o en cortinajes forrados con muletón, aunque cada vez es más común encontrarlas en caídas simples, prescindiendo del alzapaños.

En cuanto a la altura a la que deben colocarse, hay que tener en cuenta que lo que elijas determinará la mayor o menor entrada de luz: para restar iluminación exterior y aumentar privacidad, debes colocarlos muy por debajo del marco inferior de la ventana; para mayor entrada de luz, sitúalos por encima de la base de la ventana.

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