Empapelar es una técnica sencilla, pero el resultado mejor o peor depende en gran medida de cómo esté la pared sobre la que vas a colocar el papel pintado, además de la pericia o experiencia que puedas tener empapelando. Cuanto más lisa, homogénea y porosa sea la pared, mejor quedará el papel y más sencillo será el trabajo.

Si como base sobre la que pegar el papel pintado tienes una pared alicatada con azulejos, teselas o gresite, el tema se complica; la pared no cumple ninguno de los requisitos esperado para que un trabajo de empapelado resulte correcto.

Lo primero es lograr que la pared de azulejos gane en porosidad, para que el pegamento o cola de empapelar se adhiera; por otra parte, es necesario homogenizar la pared, evitando juntas y desniveles que son comunes en las paredes con azulejos:

1. Alisar la superficie alicatada

Para tratar y acabar con las juntas e imperfecciones de una pared de azulejos, antes de empapelar, necesitas aplicar sobre la misma una masilla especial que puedes encontrar en los centros de bricolaje. Se trata de un producto similar al yeso. Debes aplicarlo de forma correcta y evitando que la masa forme abultamientos ni imperfecciones, sino que cubra las ya existentes, especialmente las juntas entre los azulejos.

Extiende la masa para cubrir imperfecciones, con cuidado e incidiendo en las juntas y posibles imperfecciones que presenta la pared, no uses mucho producto y alisa siempre. Con este trabajo, conseguirás que la pared con azulejos sea mucho más lisa y homogénea, acercándose en textura, más a las paredes pintadas.

2. Aportar porosidad y capacidad de adherencia a la pared

Para que el papel quede bien instalado en la pared y sobre los azulejos, es necesario contar con una base porosa sobre la que la cola del papel pueda adherirse con fuerza y resistencia. Para lograr este efecto, necesitas tratar la pared con un producto que por una parte se adhiera a la superficie lisa de los azulejos y que tenga un acabado poroso para poder empapelar después. Existe en el mercado un producto para lograr este efecto que puedes comprar en cualquier centro de bricolaje.

La masilla debe extenderse con una llana, es recomendable dejar secar y volver a aplicar para un resultado óptimo, no obstante, sigue atentamente las instrucciones de uso y recomendaciones del fabricante.

Superados estos dos pasos de preparación de la pared de azulejos para poder ser empapelada, ya se puede proceder a empapelar de la forma tradicional. Al elegir el papel, en cualquier caso, no está de más que te decantes por papeles más gruesos y preparados para paredes con azulejos, de tal forma que el resultado final sea duradero y aceptable.

Si vas a empapelar sobre azulejos es probable que vayas a trabajar la pared de un baño, una cocina o incluso, una terraza o espacio exterior que son los lugares en los que de forma tradicional se colocan azulejos. Al elegir el papel pintado, ten también muy presente esta circunstancia para seleccionar papeles resistentes tanto a la humedad como a la suciedad o el sol. Un papel resistente para el uso cotidiano.

Con esta misma técnica para poder empapelar paredes con azulejos, también podrás alisar paredes y prepararlas para recibir otros revestimientos, como vinilos o similares. Lo importante, también en estos casos, es tratar siempre antes los azulejos para que pierdan su textura lisa y la pared resulte lo más homogénea posible.

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