Características

Tiempo de preparación 1 minuto
Tiempo total 1 minuto

Ingredientes

  • 1 paquete galletas María
  • 80 gramos mantequilla o margarina
  • 900 gramos queso blanco de untar
  • 200 mililitros de crème fraîche o yougurt griego
  • 300 gramos de azúcar
  • 3 huevos
  • 1 Ralladura de limón
  • 3 cucharadas soperas Aceite de oliva suave
  • 1 pizca vainilla
  • 300 gramos frambuesa
  • 1 hoja gelatina

Elaboración

Elaboración paso a paso

  • Base de galleta: machaca las galletas, puedes triturarlas a mano o con robot de cocina, lo que prefieras, el resultado debe ser galleta en polvo. Derrite la mantequilla y añade la galleta machacada para conseguir una pasta de textura similar a la arena mojada.
  • Prepara el molde. Precalienta el horno a 200 grados. Cubre la base de un molde desmontable para tartas con papel de horno y luego, con la arena de galleta, presiona bien con una cuchara o con las manos porque es importante que quede bien homogénea y del mismo grosor por todas las zonas. Déjalo en el congelador.
  • El relleno de esta tarta es básicamente crema de queso, la obtendrás batiendo el queso crema con unas varillas, añade azúcar, el yogurt o el otro tipo de crema, la vainilla, el limón y la harina. El resultado debe ser una crema lisa, suave y sin grumos; ligera, pero consistente. Añade los huevos sin batir mucho más y de uno en una, hay que evitar que el relleno coja aire en este paso, no te excedas la batir.
  • Al horno. Saca del congelador el molde con la base y coloca sobre ella la crema. Introduce en el horno durante uno 10 minutos a 200 grados. Después de este primer horneado, baja la temperatura a 90 y deja dentro el pastel durante una media hora más. ¿Cómo sabrás que está lista? El interior quedara como un plan o gelatina, se mueve al sacarla del horno. Déjala enfriar a temperatura ambiente, antes de ponerla dentro del frigorífico. Se recomienda hacer la tarta incluso un día antes de que vayas a degustarla para que esté perfecta en sabor y textura.
  • Salsa de frambuesa. Lo más reconocible de la New York cheesecake es su capa superior roja que no es otra cosa que un tipo de mermelada o salsa de frambuesa en su receta más clásica y tradicional. Para prepararla y completar tu pastel, hidrata la hoja de gelatina en agua fría durante unos 5 minutos. En un cazo echa las frambuesas –pueden ser congeladas-, previamente lavadas con zumo de limón y azúcar y caliéntalas, de manera constante remueve y aplasta las frutas rojas para que se vayan deshaciendo. Cuando este caliente, tritura al gusto e incorpora la gelatina –bien escurrida-. Dale vueltas hasta obtener la textura deseada para poder ponerla sobre la parte superior de la tarta sin que se caiga por los lados y en una capa bastante gorda.
  • Servir y disfrutar. Hasta que vayas a consumir la New York cheescake y si quieres guardar alguna porción, mantenla siempre en el frigorífico. Puedes servirla entera o previamente en platos individuales que puedes adornar con frutas del bosque o una hojas de hierbabuena, por ejemplo. Este bizcocho es perfecto para desayunos, como postre casero o meriendas, tú eliges y siempre acertaras con esta receta.