La privacidad en el hogar es uno de los aspectos más demandados en la decoración. Esas casas de revista que prescinden de cortinas y lucen unos ventanales amplios y abiertos al mundo son muy bonitas, sí, pero irreales. ¿A quién no le gusta llevar una vida tranquila sin sentir la atenta mirada de personas ajenas? Si no quieres renunciar a la belleza de una ventana desnuda y las cortinas y estores no son de tu agrado, cuentas con otra opción muy económica para ganar luz sin ser vistos: los vinilos para cristales.

El vinilo es un film muy resistente y autoadhesivo que se puede extender por diferentes tipos de superficies, como paredes, puertas o ventanas, y que sirven para decorar o como elementos funcionales, como es el caso. Los hay de infinidad de diseños: botánicos, geométricos, lisos, abstractos… pero todos tienen algo en común, y es que si queremos disfrutar de las vistas no tendremos otra que abrir las ventanas, ya que al ser un material traslúcido pero opaco la visión que ofrecen es borrosa y difuminada (en el mejor de los casos).

Como alternativa, podemos optar por los vinilos de espejo: la solución ideal para ver y no ser vistos. Desde fuera, la apariencia de la ventana será la de un espejo, pero desde dentro podremos disfrutar del exterior sin límites y ejercer de espías en la sombra. Claro que, para que esta condición se cumpla, la luz interior debe ser inferior a la exterior de la casa, por no son el mejor de los recursos para ganar privacidad durante la noche.

    Tipos de vinilos para ventanas

    En el mercado encontraremos numerosas variedades de vinilos, tanto adhesivos como electrostáticos (que permiten ser retirados del cristal con gran facilidad y sin dejar residuos), así como unos rangos de calidad que deberemos tener en cuenta si lo que queremos es colocarlo en la cara externa de la ventana, ya que el sol, la lluvia, el viento o el polvo podrían desgastarlo antes de lo esperado.

    El modo en cómo se realiza cada vinilo es lo que determina su calidad final. En este sentido, hablamos de vinilos monoméricos (los de menor calidad), poliméricos (de calidad intermedia) y fundidos (los mejores).

    • Los monoméricos son los vinilos de calidades más económicas. Se fabrican con una estructura química no estabilizada, lo que ocasiona que se deformen con gran facilidad. Así, la lámina acabará curvándose en las esquinas y cristalizándose como si fuera pintura.
    • Los polímeros tienen un compuesto que ayuda a reducir su deformación, pero no ofrecen la durabilidad de los vinilos fundidos. Eso sí, para uso doméstico son más que aceptables.
    • Los fundidos son los de mayor calidad. Se fabrican a partir de un líquido, que se esparce en las planchas y se solidifica con un espesor mínimo. Este tipo de vinilos no se deforman y, al ser más finos, son más blandos, manejables, fáciles de cortar y se adaptan a todo tipo de superficies.

    Además del modo de fabricación, existen otras características que debemos conocer antes de elegir nuestro vinilo:

    • Vinilos de corte: son los más demandados por ser muy resistentes y versátiles, aunque son más decorativos que funcionales. Se trata de figuras silueteadas sobre una lámina con un autoadhesivo muy potente que se pueden colocar en superficies planas u onduladas. Además, sirve tanto para exterior como para interior.
    • Vinilo de imágenes impresas: muy similar al de corte, con la diferencia de que se le añade tinta a la lámina para conseguir un diseño de color. La desventaja es que es opaco, tiene poca durabilidad y el adhesivo no es tan fuerte, por lo que solo se usa en interiores.
    • Vinilo esmerilado: es perfecto para las ventanas, ya que deja pasar la luz pero no permite que seamos vistos desde el exterior. Dada su calidad, se puede instalar en la cara exterior del cristal. Además, es un aislante perfecto del frío y el calor, así como de la radiación solar.
    • Vinilo electrostático: Está fabricado con PVC, lo que le confiere una condición electrostática por la que se queda adherido al cristal sin necesidad de usar pegamentos. Su principal ventaja es que permite recolocarlo con facilidad tantas veces como se quiera sin perder un ápice de su adherencia y sin dejar residuos. Además de brindar la privacidad deseada permitiendo la entrada de luz, sirve como barrera a los rayos directos del sol impidiendo que estos decoloren los muebles o la decoración interior. Se puede instalar sobre superficies lisas no porosas, como metacrilato, vidrio y plástico.

    Tipos de acabados

    Los vinilos son una fuente inagotable de diseños, acabados y texturas que ayudan a complementar la decoración del hogar. Los hay desde los más tradicionales en blancos traslúcidos, hasta los más coloridos, con acabados metálicos, con brillo o mate, con texturas diversas, imitando otros materiales, y un largo etcétera.

    Los vinilos, además de ser una opción perfecta para decorar cristales y dar un toque personal a las ventanas, son una tendencia en alza que se aplica tanto en cristales como en muebles, paredes, puertas, o electrodomésticos, adaptándose muy bien a cada espacio. Como también se adapta muy bien a nosotros el Seguro de Hogar MPFRE, con coberturas que podemos elegir según nuestras necesidades.