El sol en verano puede hacer estragos si no se tiene aire acondicionado pero la colocación de toldos en ventanas y terrazas puede hacer que este calor disminuya y puede ser una solución barata para frenar el calor. Hay muchos tipos de toldos adaptados a cada una de tus necesidades. ¿Quieres saber cuáles son?

A la hora de colocar nuestro toldo debemos fijarnos en que este sea adecuado para la zona en la que lo queremos instalar. A continuación, te mostramos cuáles son los tipos de toldos que existen y cuáles son sus ventajas e inconvenientes para que puedas elegir el mejor.

Toldos fijos

Los toldos fijos son aquellos que no pueden moverse, estos se fijan de forma permanente mediante un marco a una pared. Permanecen en ella sin moverse y son un elemento más de la fachada.

Ventajas

  • Están pensados para ser resistentes y duraderos.
  • Protección completa contra el clima ya que permanecen inmóviles durante todo el año.
  • Suelen usarse cuando queremos cubrir áreas pequeñas como puertas y ventanas.

Desventajas

  • Para que se mantengan en buenas condiciones es necesario realizar un mantenimiento completo de todos sus elementos, ya sean textiles o metálicos.
  • No se puede modificar su orientación, así que la sombra se mantendrá constante.
  • En el caso de que queramos colocarlos en un área muy amplia será necesario contar con un soporte de grandes dimensiones.

Toldos retráctiles

Fuente: https://cutt.ly/2z93JVu

Este tipo de toldos son los más usados, ya que permiten fijarse a la fachada, pero se pueden abrir o cerrar para modificar la orientación y la cobertura frente al sol. Dentro de ellos, podemos encontrarnos con distintos mecanismos que van a marcar su tipología:

  • Con cofre: ayuda a que el toldo esté más protegido. Se trata de una caja en la que se introducen la lona, el mecanismo y los brazos cerrándose dentro del cofre.
  • Con semicofre: cuentan con una caja en la que se recoge el toldo haciendo que este quede protegido de las inclemencias del tiempo. Tanto el mecanismo como la lona quedan en su interior, dejando solo al aire el faldón y los brazos del toldo. Funciona con mecanismos manuales de manivela o de manera mecánica.
  • Monobloc: se utiliza, sobre todo, en hostelería, está pensado para toldos de grandes dimensiones. Cuentan con puntos de anclaje para el suelo en sus extremos que ayudan a mejorar su solidez.
  • Sin cofre: La tela del toldo queda enrollada en una barra, pero al aire libre. Por lo general estos dispositivos cuentan con una manivela que permite ajustar la apertura de los mismos.

Ventajas

  • Se pueden montar en la pared o en el techo.
  • Permiten su regulación y pueden guardarse con el mal tiempo.
  • No requieren mucho mantenimiento.
  • Se utilizan sobre todo para patios y terrazas.

Desventajas

  • No aguantan bien las inclemencias del tiempo.
  • Tienen un mayor coste inicial.
  • El precio de las reparaciones es elevado.

Mecanismos para los toldos

En los toldos retráctiles se pueden incluir algunos mecanismos que nos ayuden a que sean más eficientes y cumplan mejor su función. Por lo general, además de las versiones básicas se pueden adquirir modelos con:

  • Motor: cuentan con un dispositivo que mueve de manera automática el toldo para extenderlo y recogerlo. Son muy cómodos, sobre todo, cuando el toldo es de gran tamaño.
  • Sensores de viento, lluvia y sol: están pensados para que el usuario no tenga que preocuparse de sus toldos. Los sensores ajustan de manera automática la extensión de los mismos para adaptarlos y protegerlos ante cambios de tiempo inesperados.

Cómo elegir un toldo

Lo primero, antes de saber qué tipos de toldos hay, es importante conocer cuál es el que mejor nos conviene. Y con ello saber dónde y cómo ponerlos.

La ubicación es importante para saber las dimensiones y características que tiene el toldo. No es lo mismo necesitar un toldo para ventanas que otro para balcones, terrazas o jardines. Incluso los toldos varían en función de si se van a poner en el interior o exterior de cristales y de cerramientos.

Aunque parezca extraño, otro aspecto importante es el tipo de sujeción que usáis para el toldo porque tendréis que atender a las características de la pared o techo, saber si son resistentes y si se pueden colocar. Hay tres tipos de sujeciones: de techo, de pared o de entre paredes. Las dos primeras suelen ser comunes en ventanas, mientras que la última se usa más en terrazas.

Por último, no hay que olvidar la cobertura, es decir, el espacio que estará cubierto por el toldo. Para ello deberéis ver cuánto es el ancho del espacio que queréis cubrir y cuánto es el largo de la sombra.

Recuerda que con MAPFRE puedes personalizar tu Seguro de Hogar y elegir aquellas coberturas que más se adapten a tu vivienda, detallando por ejemplo, el tipo de toldo que tienes e incluyendo aquellas cosas de tu casa que más valor tienen para ti.