Al aplicar barniz o laca a cualquier superficie de madera conseguimos potenciar su belleza, así como facilitar su limpieza. Pero es cierto que si queremos cambiar el color o renovar alguna pieza de madera que ya esté barnizada, puede resultar un trabajo algo complicado. Por este motivo, podemos seguir algunas técnicas empleadas por profesionales para restaurar muebles con barniz que facilitan la retirada de estos materiales de una forma mucho más cuidadosa que utilizando la lija.

En general, los barnices se emplean para recubrir aquellas piezas de madera que se encuentran en el exterior, expuestas a las inclemencias del tiempo y a la luz del sol. En interiores, el barniz se utiliza principalmente en suelos, escaleras, puertas y armarios, ya que sufren un mayor desgaste por el uso diario. Del mismo modo, el barniz también se puede usar para mejorar la apariencia estética de las maderas que han ido envejeciendo, perdiendo su color y adoptando una textura más rugosa.

La mayoría de los barnices que se usan son los sintéticos, que engloban a los barnices de poliuretano, los acrílicos, los poliacrílicos o de poliéster y los nitrocelulósicos. Los primeros se utilizan en la carpintería de interiores, los acrílicos son útiles cuando se desea proteger la tonalidad del paso del tiempo, los poliacrílicos se usan cuando el poro de la madera está cerrado y los barnices nitrocelulósicos son los que se emplean para la restauración de antigüedades y muebles con un encanto especial.

Si queremos restaurar un mueble antiguo que tenga una cobertura de barniz nitrocelulósico y para ello necesitamos eliminar esa capa superficial, necesitaremos lo siguiente:

– Líquido decapante.

– Desengrasante.

– Brocha.

– Espátula.

– Lana de acero fina.

– Paño de algodón.

Los pasos de esta técnica son:

1. Se distribuye por toda la superficie el decapante con la ayuda de una brocha.

2. Después de dejar actuar este elemento durante unos minutos (sin que se llegue a secar por completo), se retira con la espátula cuidadosamente arrastrando el barniz (siempre en el sentido de la veta de la madera).

3. Para quitar todos los restos, frotamos suavemente con la lana de acero impregnada en desengrasante y se realiza una última limpieza con el paño.

En cuanto a las lacas, se utilizan principalmente en interiores, concretamente en muebles y piezas de madera de cierta valía. La principal ventaja de la laca es que aporta un gran brillo y que las capas que se aplican son más finas.

Si necesitas restaurar un mueble que tenga laca, necesitarás estos utensilios:

– Alcohol de 96º.

– Paños de algodón o estropajo.

– Lana de acero extrafina del 0000.

El procedimiento para eliminar la laca es el siguiente:

1. Frotamos con el paño o estropajo impregnado en alcohol la superficie a tratar con sumo cuidado.

2. Después de unos minutos, la laca se va diluyendo y se puede ir retirando con un paño.

3. Cuando se haya quitado la laca casi por completo, se pasa de nuevo otro paño con alcohol.

4. Una vez que la madera está seca utilizamos la lana extrafina con mucha delicadeza para dejar la superficie lisa por completo.

No olvides que cuando vayas a poner en práctica estas técnicas para restaurar muebles con barniz, debes protegerte con guantes y gafas, así como también ponerte ropa vieja susceptible de ensuciarse. La ventilación adecuada del espacio de trabajo es otra de las recomendaciones a tener en cuenta. Además, recuerda que el Seguro de Hogar Platino MAPFRE te ofrece una cobertura de todo riesgo accidental que te cubre la rotura de objetos decorativos, así como marcos o molduras, etc. Infórmate sin ningún compromiso de todos los servicios que ponemos a tu alcance.