Porcelánicos rectificados para suelos y paredes

Los pavimentos y revestimientos porcelánicos están a la orden del día tanto en el mundo de las reformas como en las obras nuevas. Son un material con unas excelentes prestaciones y con una estética muy versátil. A continuación, aprenderemos un poco más sobre ellos, cómo identificarlos y sus ventajas e inconvenientes.

Qué es el porcelánico rectificado

Las baldosas porcelánicas rectificadas son un material que, tal y como su nombre indica, aglutina dos grandes condicionantes, por un lado, el término “porcelánico” hace referente al tipo de material y por otro, “rectificado” es una característica concreta de ese material.

Porcelánico

El porcelánico o generalmente conocido como gres porcelánico es un material cerámico compuesto por pasta prensada, compacta y muy dura. Por lo general está coloreada.

Rectificado

Este térmico hace referencia al tipo de canto que las piezas de gres porcelánico pueden tener. El rectificado es concretamente un canto recto de 90 grados. De esta manera, las juntas entre pieza y pieza pueden ir totalmente enrasadas, haciendo que la unión entre estas se pueda llegar a disimular notablemente.

Diferencias entre baldosas porcelánicas rectificadas y las convencionales

Existe una gran variedad de materiales cerámicos usados para todo tipo de suelos y revestimientos, los más conocidos son el barro cocido, la pasta roja, la pasta blanca y el gres porcelánico. Este orden, además, hace referencia al orden de la dureza del material, siendo el barro cocido el más frágil de todos y el gres porcelánico el más resistente.

Una gran diferencia entre todos ellos, además de su dureza, es el tema de los formatos, es decir, las dimensiones de cada uno. Mientras que el barro cocido es muy habitual encontrarlo en tamaños muy reducidos, las piezas de pasta roja o pasta blanca podemos encontrarlas con unas medidas intermedias, hasta aproximadamente un máximo de 60×60 cm. Por último, los porcelánicos se pueden llegar a fabricar hasta formatos XXL de incluso 260×120 cm.

Sin embargo, la principal diferencia entre todos ellos es el propio material, ya que, pese a tratarse todos ellos de cerámicas, cada uno está compuesto por diferentes arcillas y sílices. Es aquí donde reside la resistencia de cada uno. Por este motivo, los porcelánicos son más resistentes que el resto, y por tanto, más apropiados para suelos con gran tránsito, mientras que el resto de cerámicas son más indicadas para revestimientos de paredes o para suelos interiores domésticos.

En cuanto a su faceta de rectificado, el porcelánico rectificado se distingue del resto por su característico canto recto, que hace que podamos identificarlo rápidamente una vez colocado por la uniformidad de sus juntas. Esta peculiaridad hace que aumente aún más su resistencia a golpes e impactos, ya que evitan que se rompan o astillen las zonas más próximas a los bordes.

Ventajas e inconvenientes de los porcelánicos rectificados

Ventajas

• Su resistencia es muy superior al resto de tipo de materiales cerámicos.
• Existe una amplia gama de tamaños y formatos, permitiendo incluso la fabricación en grandes dimensiones para revestir suelos o paredes con apenas un par de piezas, consiguiendo así una estética continua minimizando la presencia de juntas.
• Pueden utilizarse tanto para suelos como para paredes, tanto de interior como de exterior.
• La masa interior de las piezas puede estar coloreada del mismo tono que el acabado exterior, lo que le permite poder ser usado para realizar esquinas a romo sin que desentone el tono interior de las piezas. Esto es muy útil para las escaleras o los encuentros sin esquineros en los cuartos de baño.
• El grosor de las piezas puede llegar a ser muy fino, de apenas 1,2 cm. Esto provoca cierta flexibilidad, sobre todo en los formatos grandes.
• La característica “rectificado” dota a este tipo de piezas de un gran acabado de juntas una vez colocado toda la superficie, consiguiendo una continuidad muy estética.

Inconvenientes

• Su principal inconveniente respecto a sus competidores es el precio. Tiene un coste más elevado debido a la calidad de su material.
• A la hora de su colocación se necesita utilizar unas piezas especiales llamadas cuñas para asegurar la planeidad entre las juntas. Hay que dejar secar el cemento cola un par de días antes de retirar dichas piezas.
• Las piezas extremadamente grandes pueden llegar a ser muy complicadas de instalar y suelen necesitar algunas herramientas auxiliares incluso la intervención de dos o más operarios.

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