Los malos olores de las tuberías son uno de los problemas más habituales y desagradables que podemos encontrarnos en el hogar a la vuelta de nuestras vacaciones. Quién no ha percibido cierto aroma nauseabundo como a moho, que se desencadena especialmente en estos días de intenso calor.

Y no es una cuestión de limpieza. Muchas veces, la causa de estos olores se encuentra en el uso excesivo de detergentes y productos de limpieza, cuyos componentes químicos se van quedando adheridos a las cañerías. Con el tiempo, esta acumulación es lo que causa el foco del problema.

¿Por qué desprenden malos olores las tuberías?

El uso de jabones no es el único motivo que genera hedores desagradables en los desagües. Las aguas estancadas que se forman en ciertas áreas de las tuberías son auténticos criaderos de bacterias, causantes del mal olor. Además, el material de desecho que se va acumulando en ellas puede llegar a obstruir los tubos. Por eso, es primordial limpiarlas de forma periódica, pero de eso hablaremos más adelante.

Las tuberías viejas son, también, un importante factor que desencadena pestilencias. El paso del tiempo no solo hace que se deterioren, también propicia el crecimiento de las temidas bacterias.

Así mismo, existen diferentes hábitos que llevamos a cabo de forma diaria sin saber que con ellos estamos enfatizando aún más el asunto. En el fregadero de la cocina, por ejemplo, los restos de comida que dejamos que se vayan por el desagüe contribuyen al mal olor y a que se tapone la cañería. Es muy importante usar un filtro de tapón para que se cuelen los menos restos de comida posibles cada vez que enjuaguemos un plato.

¿Cómo quitar los malos olores de las tuberías?

Uno de los trucos más eficaces y con los que además no tendrás que usar elementos químicos perjudiciales, es usando una combinación de bicarbonato de sodio con vinagre blanco. Estos dos ingredientes son conocidos por ser unos excelentes desodorantes naturales y por sus propiedades desengrasantes y desinfectantes, lo que les convierte en la solución ideal para estos casos.

    Hervimos medio litro de agua y, cuando esté en ebullición, añadimos un vaso de vinagre. Mientras la mezcla se calienta de nuevo, vertemos medio vaso de bicarbonato de sodio en el interior de la tubería y, a continuación, retiramos la mezcla de agua y vinagre del fuego y la echamos por la tubería. Ponemos el tapón en el desagüe y dejamos que actúe durante toda la noche.

    Lo recomendable es no esperar a la aparición de olores y repetir este proceso de forma periódica, para evitar males mayores.

    Otro remedio casero para arrastrar la suciedad consiste en verter por el desagüe sosa cáustica diluida en agua, pero en este caso sí se trata de un producto tóxico que hay que manejar tomando todas las precauciones posibles. Además, puede ser que las tuberías se corroan, por lo que conviene verificar si el material del que estén hechas es lo suficientemente resistente como para aguantar la sosa cáustica.

    Si nada funciona, pide la ayuda de un profesional

    En caso de que no consigas eliminar los malos olores con ninguno de los métodos citados anteriormente, quizá sea el momento de contar con ayuda profesional. Tu Seguro de Hogar MAPFRE cuenta con un servicio de mantenimiento y bricolaje que puede solucionar el problema y liberar tu hogar de ese olor tan desagradable.