La corriente del Do It Yourself se ha aliado con la llave Allen y ya no hay vuelta atrás: tunear muebles de Ikea es tendencia. Y es que, si el gigante sueco es democrático, el ingenio también lo es, como lo demuestran los muchos ejemplos que os mostramos más abajo.

Tunear muebles de Ikea es algo más que un experimento de bricolaje casero: es darle la vuelta al manual de instrucciones y crear un producto diferente a partir de las piezas originales. De ahí el nombre que ha adoptado esta tendencia: Ikea hacks. Al igual que los de la informática buscan vulnerabilidades en los sistemas informáticos para aprovecharlas, lo mismo hacen los fans de la marca sueca, brocha o taladro en mano.

¿Qué es Ikea hacks?

El término se popularizó en 2006 con el blog Ikea Hackers, hoy reconvertido en una comunidad de referencia en la que los usuarios pueden mostrar sus proyectos. Pero la cosa no ha quedado ahí: el seguimiento es tal que hasta existen empresas que proporcionan a los ikeahakers todo tipo de productos para personalizar sus muebles. Es el caso de PrettyPegs o Superfront, que ofertan patas, tiradores, puertas y diversas piezas diseñadas para encajar como un puzzle en las mesas, armarios, o estanterías de Ikea.

Hasta Michele Clapton, diseñadora de vestuario de Juego de Tronos, ha caído rendida a esta tendencia. ¿Sabías que las capas de piel que llevan los protagonistas de la serie son, en realidad, las alfombras de piel de oveja de Ikea que cualquiera puede comprar por 49,99 euros?

Y, ¿qué piensa el fabricante de muebles de todo esto? Vista la magnitud del movimiento, solo le quedaba una salida: unirse a esta nueva comunidad lanzando una línea de muebles customizables: la gama Delaktig (que significa “formar parte de algo” en sueco). Además sus catálogos incluyen, desde 2018, varias referencias a la personalización de sus productos. Según James Futcher, director creativo de la marca, “la gente hace hacking (de nuestros muebles) de todos modos, así que queremos impulsar esa idea desde dentro”.

¿Cómo tunear muebles de Ikea?

Cualquiera que se atreva a invertir el orden natural de las instrucciones de montaje es un hacker de Ikea. Desde aplicar una mano de pintura o usar vinilos para muebles, hasta cortar y pegar las piezas de forma diferente. No hay normas fijas a la hora de tunear muebles de Ikea, y los resultados son realmente ingeniosos.

¿Cómo empieza el tuneo?

El primer paso para adentrarse en esta tendencia suele ser la pintura. Muchos se inician con uno de los grandes clásicos: el taburete Bekväm, una pieza tan práctica como asequible que parece estar pidiendo a gritos una mano de pintura.

En este caso, las patas se han pintado de azul y las repisas se han barnizado para mantener la veta de la madera.

Pero si hay un producto que enamora a los iniciados es la cómoda Rast con un acabado muy sencillo y natural: madera de pino sin tratar. Un lienzo en blanco sobre el que diseñar toda clase de virguerías. En este ejemplo, se ha pintado el armazón en blanco, para los cajones se ha usado un tinte oscuro y se han añadido cuatro patas rectas.

Otro buen comienzo en el universo Ikea hacks es transformar un objeto en otro sin necesidad de hacer nada, simplemente adjudicándole un fin distinto para el que fue creado. No puede ser más ingeniosa esta estantería hecha con el somier de láminas Luröy.

O esta curiosa estantería a partir del soporte de platos Ostbit de bambú.

El siguiente escalón a la hora de tunear muebles de Ikea pasa por incorporar piezas que el original no tenía y que lo dotan de un aire diferente. Es el caso de esta estantería Kallax a la que se le han añadido cuatro patas horquilla de hierro. El resultado: un mueble de estilo nórdico e industrial con mucha personalidad.

Otra opción es poner tiradores. El armario zapatero Hemnes incluye unos muy básicos, pero este maker ha creado unos tiros de cuero muy originales a partir de un cinturón viejo y los ha fijado en el frontal de cada compartimento con un remache redondo.

La serie Lack es otra de las favoritas para tunear, sobre todo por la sencillez de sus líneas y su precio económico. Para esta mesa se han añadido los laterales y la base, cuatro ruedas y unas tablas de madera natural.

Si tienes un tronco, cuatro euros, y mucho ingenio, puedes hacer cosas tan interesantes como esta. El taburete Marius tiene un asiento que acepta muchas propuestas, ya que su superficie está horadada. Gracias a esto, con unos simples tornillos podrás fijar en él todo lo que se te ocurra.

En este ejemplo, la bandeja extraíble de la mesa Gladom se ha llenado de cemento blanco para cubrirla con pequeños trozos de ladrillo rojo.

Pero, ¿y si añadimos algo más que unas patas o un tirador? ¿O cortamos y hacemos agujeros aquí y allá? Es entonces cuando se consiguen crear cosas que nada tienen que ver con el mueble que se usó para hacerlas. Aquí tenemos la mesita de noche Rast reconvertida en una coqueta cocina de juguete.

O el taburete Oddvar transformado en un lavabo de juguete.

En esta ocasión, se ha creado un banco con almacenaje con dos sillas Ivar, dos cajas Knagglig, una tabla de madera, y varios cojines.

El siguiente nivel a la hora de tunear muebles de Ikea es crear auténticas obras de ingeniería usando como base los productos de la tienda. Uno de los más versátiles en este sentido es la cama reversible Kura.

Y, como colofón, no nos podemos resistir a enseñar esta lámpara de techo PS 2014 reconvertida en la estrella de la muerte de La Guerra de las Galaxias. Su creador, lejos de aplicar una simple mano de pintura, decidió fabricar un hueco para el puerto de armas y pequeños agujeros de luz.

Seguro que después de estos ejemplos, comienzas a ver los muebles de Ikea de otra manera, imaginando las infinitas posibilidades que pueden tener cada uno de ellos.