Hoy en día, los problemas de almacenamiento son más que habituales en cualquier hogar, la mayoría somos de los que guardamos y guardamos y evitamos tirar, que si ropa, zapatos, libros, accesorios… Cuando nos quedamos sin espacio, nuestra primera opción es comprar un muble extra que nos solucione el problema, pero la realidad es que nunca podrá quedar igual de integrado que un armario empotrado.

A simple vista puede parecer un proceso complejo y reservado exclusivamente para carpinteros experimentados, pero siguiendo nuestra guía y con un poco de tiempo y dedicación lo podremos hacer nosotros mismos. Recuerda contar con un Seguro de Hogar MAPFRE que tiene las coberturas que mejor se adapten a ti y a tu vivienda.

Guía paso a paso para la construcción de armarios empotrados

Los armarios empotrados se caracterizan por su acabado totalmente integrado. Carecen de los clásicos costados que un armario convencional no puede desprenderse. Por ello, es fundamental contar con un rincón en la vivienda que sea apropiado, como podría ser un rehundido en la pared, un descuadre producido por algún pilar o alguna circunstancia similar.

A la hora de construir un armario, podemos establecer algunos pasos generales:

1. Para empezar, tenemos que planificar nuestro armario. A partir del espacio que tengamos disponible, elegiremos cuántos módulos vamos a tener, de qué tamaño van a ser, y sobre todo la distribución interior. En función de lo que vayamos a almacenar, tendremos que elegir entre cajones, baldas, barras para colgar camisas, vestidos o cualquier otra cosa que se nos ocurra.

2. Antes de nada, cogeremos las medidas del espacio que tengamos disponible, se trata de una medición muy básica: ancho x largo x alto. Con la ayuda de una cinta métrica sacaremos un pequeño croquis de nuestro armario. Lo podemos hacer a mano en un papel o mediante cualquier software de dibujo digital. En dicho dibujo tendremos que encajar nuestro diseño en el espacio que realmente tengamos disponible, decidiendo el número de módulos que vayamos a construir y sus respectivas medidas.

3. Los armarios empotrados se caracterizan por estar diseñados totalmente a medida del usuario, sin embargo, existen algunas recomendaciones de dimensiones comunes para todos. Por ejemplo, la dimensión del fondo suele estar normalizada a unos 60 cm (para que la ropa entre holgadamente), las puertas abatibles no deben ser superiores a 60-80 cm de ancho (para que sean funcionales a la hora de abatirlas), o en las zonas superiores suelen colocarse baldas horizontales (para guardar cosas de poco uso debido a su difícil acceso).

4. Comenzaremos por el fondo. Recortaremos un tablón de madera del tamaño de todo el armario, (si es muy grande, podemos utilizar sin problema varios tablones). Lo pegaremos directamente a la pared si está totalmente aplomada y sin ninguna imperfección. Por el contrario, si la pared presenta barrigas o muchas desviaciones, colocaremos nuestro fondo utilizando unas guías arriba y abajo.

5. Para establecer un perímetro lo más regular posible podemos utilizar canales de aluminio o de madera. Marcaremos varios puntos de anclaje en función de la longitud de nuestras guías y taladraremos la pared y el techo para colocar unos tacos de plástico. Por último, atornillaremos nuestras guías.

6. Una de las formas más fáciles de trabajar es ensamblar cada módulo antes de colocarlo. Cortaremos los tablones a la medida de nuestro croquis y formaremos unas estructuras compuestas por dos costados, un suelo y un techo. Existen multitud de formas de unir cada una de las piezas: mediante machihembrados, pegándolos con cola o silicona, utilizando escuadras metálicas atornilladas o cualquier otro sistema para trabajar la madera.

7. Colocaremos los módulos en su sitio y empezaremos a ajustarlos al espacio calzándolos en los puntos de descuadre. Cuando todo esté bien posicionado, es fundamental utilizar piezas de unión para juntar cada módulo y darle mayor estabilidad a la estructura.

8. Con todo nuestro esqueleto montado, es hora de colocar las baldas horizontales en su sitio, para ello podemos atornillar escuadras metálicas de sujeción y apoyar directamente sobre ellas nuestras baldas.

9. Para colocar las barras de cuelgue, atornillaremos unas piezas de plástico de apoyo, muy similares a las utilizadas en las cortinas de ducha, a cada lado de los costados. Estas piezas están preparadas para apoyar directamente la barra sobre ellas. Las barras suelen ser de metal, así que, si no disponemos de una sierra con hoja de corte para metales, siempre podemos optar por comprar barras extensibles que se ajustan a la perfección en cualquier longitud de nuestros módulos.

10. Cuando tengamos todo nuestro interior terminado, es hora de pasar a los frentes del armario. Al igual que en el fondo, tendremos que cortar tablones de madera de la medida de nuestras puertas. Si hemos planteado un diseño con dimensiones estándar, podemos optar por comprar directamente nuestras puertas en cualquier tienda de material de construcción.

11. Si vamos a colocar puertas correderas, colocaremos unos raíles metálicos arriba y abajo atornillándolos directamente a los tablones del armario. En cada esquina de cada puerta pondremos los rodamientos y a continuación tendremos que insertar, con cierta maña, estas piezas a los raíles.

12. Si las puertas son abatibles, bastará con comprar unas bisagras para puertas de mobiliario. Colocaremos varias de estas piezas en los costados de cada módulo, el número de estas dependerá del tamaño de cada hoja.

De esta manera tendremos un armario empotrado perfecto para cubrir nuestras necesidades de espacio.