Reformas de casas ¿Suelo de parquet o de baldosas?

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Con el paso de los años y el uso de estas, las viviendas pueden irse deteriorando, por ello cuando nos planteamos realizar reformas de casas es importante conocer hasta dónde llegan los desperfectos y si pueden repararse o es mejor comenzar de cero.

Uno de los elementos que más suele degradarse es el suelo. Los factores que afectan a que se deteriore pueden ser: el uso de productos inadecuados para la superficie y material de las baldosas o la madera, los rayones, incluso el sol que puede disminuir el color en algunas zonas haciendo que no tenga un aspecto uniforme en toda la estancia.

Por otra parte, también pueden surgir otros problemas como humedad en la madera que hará que se eleve y se descoloque con la hidratación excesiva o las baldosas rotas por un golpe. En estos casos será necesario reparar la pieza rota con otra igual o que se asemeje al máximo a la original. Algo bastante complicado en el caso de que las baldosas sean antiguas.

¿Cómo elijo el tipo de suelo para mi casa?

Si has decidido cambiar el suelo de tu casa se te plantean varias opciones a la hora de elegir materiales para hacerlo. En la actualidad dispones de multitud de diseños cerámicos y de madera, con acabados sintéticos, de colores…etc. Todo para que puedas decorar tu hogar a tu gusto.

• Parquet: el origen de este tipo de suelo debemos buscarlo en París en el Palacio de Versalles en el siglo XVII. Se trata de un suelo de madera formado por cuadrados colocados en diagonal. En su origen este suelo sirve para cubrir una superficie de mármol y evitar así sus cuidados. El parquet, por tanto, al estar fabricado en madera requiere unos cuidados especiales: como la limpieza habitual de polvo sobre la superficie con una mopa suave, la limpieza con productos especiales para la madera, colocación de fieltros en los muebles para evitar arañazos o el control de la humedad y las manchas que se puedan producir en él.
• Baldosas: este tipo de material cerámico es más barato que el parquet por lo que puede ser una buena opción para reformar el suelo de tu casa. Por otra parte, también es muy útil si tienes niños o mascotas ya que su limpieza es más rápida y sus cuidados más sencillos. Se trata de un material resistente y duradero. Una de sus desventajas es que no guarda igual la temperatura que los suelos de madera, pero sin embargo, no permite tanta acumulación de polvo como los suelos de parquet.

En ambos tipos de suelo encontrarás multitud de diseños y colores, también en la madera. Podrás optar por tonos más claros o más oscuros, combinar varios tonos realizando dibujos en tus suelos y seleccionar la dureza de la madera ya que puedes encontrar suelos realizados con cualquier tipo. En cuanto a las baldosas, encontrarás varios estilos y grosores, así como aquellas diseñadas específicamente para su uso en exteriores ya que son resistentes a los cambios de temperatura y las inclemencias del tiempo.

Para realizar una buena elección tan solo deberás tener en cuenta tus prioridades y gustos y sobre todo que sea adecuada para su uso en la estancia en la que se va a colocar.

Baldosas de imitación a madera

En la actualidad el mercado del suelo ofrece muchas posibilidades y acabados. Si te gusta el acabado de la madera y la calidez que proporciona a la estancia además de una sensación de elegancia, pero no quieres renunciar a la comodidad de las baldosas, puedes usar cerámicas con un acabado de imitación a suelos de madera. Este tipo de materiales son resistentes ya que están formados por baldosas cerámicas y permiten una limpieza y mantenimiento sencillo.

Su colocación es menos costosa que la del parquet y el efecto es muy similar, en algunos casos el acabado es tan fiel a la realidad que cuesta distinguirla de un suelo de madera.

Reforma del suelo de parquet ya existente

El suelo de madera es caro y por lo general el parquet suele estar realizado con materiales de calidad, por lo que es muy probable que te plantees arreglarlo en vez de eliminarlo por completo y cubrir el suelo con otro material.

Lo primero que debes hacer es una inspección ocular y comprobar en qué lugares la madera necesita ser reemplazada, en este caso deberemos buscar el mismo tipo que la original para remplazar la pieza estropeada.  Debes comprobar que no hay humedad en el suelo que pueda provocar que algunas partes de la estancia se eleven por la hidratación. Si esto ocurre deberás localizar la fuga y repararla lo antes posible. Con el seguro de Hogar MAPFRE podrás resolver el problema rápidamente para poder continuar con la puesta a punto de tu suelo.

1. Cepillado: el primer paso es la eliminación de barnices, pinturas o productos aplicados durante el pasado para la conservación y brillo de la madera. Para ello deberemos usar una máquina cepilladora, aunque antes hay que comprobar que no existen clavos sueltos o que sobresalgan de la superficie para evitar problemas. Este proceso elimina la primera capa de aditivos de la madera.
2. Lijado: para lograr una superficie uniforme y sin imperfecciones, se procede al lijado, de esta manera la madera será suave al tacto y permitirá la absorción del barniz. Para realizar un lijado correcto este debe realizarse desde el centro de la habitación hacia las paredes. La dirección siempre debe ser de atrás a adelante y de adelante a atrás.
3. Arreglo de grietas: en ocasiones la madera puede presentar grietas que deben ser reparadas para evitar males mayores. Para ello es necesario utilizar productos específicos para la reparación y sellado que proporcionarán un acabado perfecto a la superficie.
4. Barnizado: por último deberás elegir el barniz para tu suelo. Se trata de un producto protector para la madera. En el mercado dispones de varios tipos: brillo o mate y con distintos colores que darán un acabado espectacular a tu parquet.