Home > Bricolaje > Carpintería > Cambiar las manillas de las puertas

Cambiar las manillas de las puertas

Cambiar manilla de una puerta
4 Min de lectura
Las puertas de una casa juegan un papel muy importante en la decoración, son un mueble más del hogar. Pero, a diferencia del resto, no solemos cambiarlas casi nunca, por ello, podemos darles un aire diferente colocando otras manillas más modernas. Es una tarea sencilla y tenemos una gran variedad de modelos en el mercado para elegir.
Logo Canal Hogar Mapfre
Blog hogar MAPFRE
Los años de experiencia de MAPFRE en el sector nos avala como fuente de información veraz y práctica, ayudándote en tus tareas diarias sobre temas como bricolaje, limpieza del hogar y animales de compañía. | Web

El equipo de redacción de MAPFRE lleva más de diez años investigando y publicando artículos relacionados con el mundo del hogar, con temáticas como bricolaje, recetas de cocina y limpieza del hogar, entre otras. No te pierdas todos nuestros consejos y guías para hacer de tu casa el hogar con el que siempre has soñado.
Los años de experiencia de MAPFRE en el sector nos avalan como fuente de información veraz y práctica, ayudándote en tus tareas diarias.

Lo primero que tendremos que hacer será elegir el tipo de manilla que queremos poner. Tendremos que elegir una con el mismo tipo de pomo, es decir, si es alargado y rectangular o redondo.

Una manilla del mismo tamaño

Además, deberemos tomar las medidas y elegir una manilla lo más parecida posible a la que tenemos, ya que si alguna parte de la puerta que antes estaba tapada ahora queda al descubierto, puede estar algo descolorida. En este caso, una solución sería repasar la zona con pintura o barniz del color de la puerta para disimularla, pero si la zona descolorida es muy extensa, será difícil que pase desapercibida.

Una vez elegida la manilla que vamos a colocar, pasaremos a desmontar la que ya tenemos en la puerta. Buscaremos algún pulsador, pasador o tornillo que fije la manivela o pomo y lo pulsaremos o quitaremos para retirar la manivela. En este caso, es un pulsador.

Después, quitaremos el embellecedor haciendo palanca con un destornillador plano en una muesca que debe tener.

Al quitar el embellecedor, se habrán quedado a la vista 2 tornillos que tendremos que sacar, estos suelen estar enroscados en la manilla del otro lado con unos casquillos.

Cuando lo quitemos todo, saldrá la parte de dentro y la de fuera por cada lado, dejando únicamente en la puerta el mecanismo de la cerradura.

Como veremos, no podremos colocar otro tipo de manilla que no sea una parecida a la que teníamos o una redonda de 46 mm de diámetro como mínimo, ya que, si no, quedaría a la vista parte de la caja de la cerradura.

Colocar la nueva manilla en la puerta

Pasaremos a instalar la nueva manilla. Si viene premontada, habrá que desmontar uno de los lados, como vemos en la foto. Aquí podemos observar un lado completamente ensamblado, con los casquillos de unión, el cuadradillo que se inserta en la cerradura, el otro lado desmontado y una llave que sirve para desmontar el pomo de la manilla.

Insertaremos primero la parte ensamblada en un lado de la puerta, haciendo pasar a través de la cerradura el cuadradillo y los casquillos de unión. Presentaremos el soporte del otro lado, apuntaremos los tornillos y los enroscaremos.

A continuación, insertaremos el embellecedor.

Y ya solo nos quedará poner el pomo en su sitio y colocarlo hasta que encaje la pestaña, pasador o tornillo.

De esta sencilla manera habremos cambiado una manilla dorada con un aire más clásico por otra con pomo plateado que queda más moderna. Si además quieres darle otro toque diferente siempre puedes cambiar las jambas de la puerta sin clavos, modificar las bisagras y otros detalles que darán un aspecto totalmente distinto a tu hogar.

Calcula tu seguro ahora

Elige otro seguro a calcular

Publicado por Blog hogar MAPFRE
- 17 Jun, 2021

Comentarios (0)

Te puede interesar

Primer plano de una mesa de madera rústica y

5 Min de lectura

Cuando un mueble de madera se astilla pueden suceder dos cosas. Que sea fácil de reparar con cola blanca y una lija, o que haya que usar productos específicos.

Suscríbete a nuestro boletín

Consigue tu recetario

0