Si quieres una cocina de leña, adelante, puedes; pero asegúrate de qué sabes cómo funciona, las ventajas que conlleva, sus dificultades y la técnica de cocina que requiere. Atención porque no es una alternativa para cualquier tipo de hogar, ni mucho menos para los que no disfrutan haciendo recetas o no están dispuestas a emplear tiempo y dedicación con seguridad.

¿Cómo funciona una cocina de leña?

La diferencia obvia es que la cocina de leña utiliza este material como combustible para hacer su función. Hasta aquí todo claro, en contraposición con las cocinas – más actuales o modernas – que usan gas en cualquiera de sus versiones o electricidad para generar calor y cocinar.

El fuego de la leña se ha usado desde tiempos inmemoriales para cocinar por lo que es posible afirmar que la cocina de leña es la primera que ha conocido la humanidad, el origen del resto. Ahora bien, eso no significa que las cocinas de leña que hoy se comercializan sean como las de antaño. Se ha producido una interesante evolución hacia la seguridad, la comodidad y el control; incluso, el diseño y el valor estético. Aun así,  las cocinas de leña de hoy tienen mucho que ver con las de antes.

El modo de funcionamiento es sencillo; tienen una zona donde se coloca y prende la leña y una parte superior que recibe de forma directa el calor del fuego sobre el que se cocina. Los aparatos más completos también incluyen horno, aunque no siempre es así.

Partes de una cocina de leña

Hay muy diferentes modelos de cocina de leña, pero con pequeñas diferencias todas cuentan con las mismas partes esenciales. Las grandes diferencias vienen determinadas por el tamaño, el diseño y el material de construcción.

Encimera: zona para cocinar

La parte superior de la cocina suele ser lisa y es donde se colocan ollas, sartenes y cazos para cocinar; tradicionalmente se conoce con el nombre de hogar. Según el modelo y el tamaño puede tener marcada zonas como aros o placas para recibir el calor de la zona inferior.

Horno

No todas las cocinas tienen la función de horno, pero si muchas de ellas y es una de las partes más apreciadas por los fans de este tipo de cocinas, puesto que en el horno de leña es donde se pueden hacer genuinos asados que tienen ese sabor tan característico. Normalmente y como en todo tipo de cocinas, el horno está bajo la zona de cocina y es un hueco con una bandeja central donde colocar la comida para su preparación.

Zona de combustión

Todos los modelos de cocina de leña tienen una zona inferior practicable con una puerta dentro de la cual se coloca la leña y se prende para conseguir la combustión. Es donde se enciende la cocina para su funcionamiento.

Zona de recogida de cenizas

La mayor parte de cocinas de leña tiene una parte, una especie de cajón, donde se van depositando gran parte de la ceniza que genera la leña al consumirse. Es una zona de fácil acceso y que debe limpiarse a menudo.

4 tips antes de decidirse por una cocina de leña

La instalación exige de unas condiciones muy concretas

Puede que por mucho que te guste una cocina de leña tu casa no tenga las condiciones idóneas para que su instalación sea posible. Es importante que confirmes este punto con una profesional de este tipo de instalaciones. Cómo mínimo, ten en cuenta que este tipo de cocina necesita estar conectada a una chimenea con salida de humos directas a la calle. Por otra parte, deben colocarse en zonas amplias y aireadas. La seguridad en tu casa está en juego y es importante no saltarse ninguna recomendación del fabricante de la cocina de leña que elijas.

Mantenimiento y limpieza

Si buscas una cocina y un horno fácil de limpiar y mantener la cocina de leña no es la respuesta. Este tipo de instalaciones requieren de atención constante. La limpieza y el mantenimiento ha de ser habitual, y no podrás usar cualquier cosa ni forma dada la naturaleza de los materiales de esta cocina. Ten en cuenta que la limpieza en este caso y también la puesta a punto es una necesidad también por seguridad.

Cocinar en leña, no es igual

Si nunca has tenido una cocina de leña, vas a notar y mucho la diferencia. Tendrás que cambiar mucho tu forma de cocinar, además de los instrumentos y los cacharros que deben ser aptos para ella. Olvídate de las programaciones, las cocinas rápidas, el aumento de potencia…. Todo esto no lo vas a tener en una cocina que exija quemar leña. En este caso la preparación de las recetas te exigirá estar atento a la cocina, mover y vigilar de forma constante los alimentos y; en el caso del horno, atención a la hidratación del pescado y la carne, si quieres un asado jugoso.

Hay que saber encender y mantener el fuego

Aunque es cierto que las cocinas de leña de hoy son más seguras y sencillas de usar, no se puede ocultar que funcionan con fuego directo y llama. Por lo que es importante que seas realista y asumas cuáles son los riesgos de tener que encender fuego con leña cada vez que quieras usar tu cocina. Como todo, si te decides a seguir adelante, tendrás que practicar y aprender una técnica segura y rápida. La mayor parte de modelos de cocinas de este tipo traen un completo manual de uso para estas situaciones.